Capítulo 28

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- ¿A comer hoy?, uf, lo siento, tengo planes.-

- ¿Y a cenar?, podemos repetir el plan de ayer si te apetece.-

- Seguramente salga tarde, tengo la prueba del nuevo equipo programada para esta tarde. Y ya sabes cómo soy, no me iré a casa hasta que funcione correctamente.-

- Nos vas a freír a horas extras.-

- Bueno, la junta nunca ha limitado eso, y si Gloria tiene algún problema con ello, que lo diga. Aunque no creo que lo haga.-

- Sí, la dejaste bien claro que contigo no se juega, gatita.-

- Nunca me ha gustado que jueguen conmigo.-

- No, eres de las que les gusta ser el jugador, no el juguete. Me lo dejaste bien claro anoche.-

- ¡Ah!, Van, ¡que estamos en el trabajo! -

- Estoy a un latido de colgar este teléfono, bajar las tres plantas que nos separan y encerrarte en el despacho toda la mañana.-

Odi esbozó una traviesa sonrisa. Señor, había creado un monstruo. ¿Cómo iba a poder concentrarse en el trabajo si ese hombre no hacía más que distraerla?.

- Eres un obseso.-

- Es culpa tuya. Yo antes podía vivir sin pensar en el sexo durante días. Pero ahora, es parpadear, y ver en mi retina una imagen tuya en ese sexy conjunto de lencería que... ¡ves!, ya está. Tienes que hacer algo.-

- Lo siento, tendrás que apañártelas solito, seguro que puedes.-

- No es lo mismo.-

- No vas a darme lástima.-

- Mala.-

- ¿Tú crees?.-

- Vas a acabar conmigo.-

- Hoy no, quizás otro día.-

- Si viviéramos juntos, esperaría a que llegaras a casa para dejar que te aprovecharas de mi.-

- Cuando llegue a casa, no creo que me quedaran muchas energías para eso.-

- Bueno, pues te esperaría, con la cena lista, te prepararía un baño relajante y te masajearía mientras tanto tus cansados pies, y después sería yo el que se aprovechara de ti.-

- Ahora sé porque eres tan bueno vendiendo, nunca te rindes, y siempre encuentras la manera de que evitar que te digan que no.-

- Ummm, ¿tenemos un trato para esta noche?.-

- Por más que mis pies estuviesen encantados de recibir un buen masaje cuando llegue a casa, tengo que declinar tu oferta. –

- Bueno, qué se le va a hacer. Al menos me dejarás llamarte para ver qué tal te ha ido el día.-

- Claro, pero mejor te llamo yo.-

- Vale. Pues hasta la noche.-

Odi se mordisqueó el labio inferior, había sido duro resistirse a aquella oferta, pero sabía que era para conseguir algo más grande.

Donovan

Genial. ¿Y cómo iba a convencerla de que vivir juntos era una buena idea, si no conseguía mostrarle los beneficios de ello?. Paciencia Van, paciencia. Eso es lo que me decía mi padre cuando íbamos a pescar juntos. Entonces no la tenía, pero ahora, era necesario calmarse y centrarse. Si este pez no picaba con este anzuelo, tenía que cambiar y probar con otro.

- ¿Puedo pasar?.-

- Eh, claro, pasa Gloria.-

Era una costumbre que Gloria cerrara la puerta de mi despacho con pestillo, pero esa vez, me incomodó, porque sabía lo que eso significaba, y no me atraía la idea lo más mínimo.

- Así que has dormido en casa de la mosquita muerta.-

- Si vas a hablar así de Odette, será mejor que salgas de mi despacho.-

- Vale, vale, entendido.-

- ¿Qué es lo que quieres, Gloria?.-

- Nada, solo tenía curiosidad. ¿Qué tal es en la cama?.-

- No es de tu incumbencia.-

- ¿Así de mal?. Vaya, entonces es lo que esperaba.-

- Nunca he comentado contigo nada de mis amantes, y no voy a empezar ahora.-

- Umm, así que la... Odette es ahora tu amante.-

- Creo que es obvio para todos que así es.-

- Pensaba que iba a ser chica de una sola noche, pero está visto que la junta te ha presionado para que lo alargues un poco más. ¿Tal vez hasta que se le pase esas ganas de irse de la empresa?.-

Gloria era un perro de caza que no iba a soltar a su presa, pero que me aspen si iba a permitir que mordiera los tobillos de Odi constantemente. Odi jugaba en una categoría muy superior a Gloria, y tenía que dejárselo claro. ¿Celosa?, estaba seguro, pero ya estaba harto de decirle que entre ella y yo no volvería a pasar nada, con Odette o sin ella de por medio. Pero temía que Gloria no se detendría hasta hacer que Odi desapareciera de la ecuación.

- Primero, estoy con Odette porque quiero, no por imposición de nadie. Segundo, no tienes derecho a insultarla de esa manera. Ella es más dama de lo que tu jamás llegarás a ser. Es comparar a la reina de Inglaterra con un traficante de niños, así que no sigas por ese camino.-

- De acuerdo, me voy. Solo venía a decirte que yo seguiré aquí cuando la mandes a paseo, pero ahora me estoy cuestionando el ofrecimiento.-

- Por mí puedes metértelo donde te quepa.-

- Eres un desagradecido. Pero ya volverás arrastrándote. Ella nunca podrá satisfacerte en la cama como yo puedo hacerlo.-

Escuché el portazo que dio al salir, sin inmutarme. Ella no tenía ni idea de lo equivocada que estaba. Odi era más de lo que ella podría llegar a ser, y no solo en la cama. Donde Gloria era vulgar, una auténtica zorra, Odi era una auténtica dama ilustrada y refinada, y no solo en el apartado sexual. Pero no iba a decir una palabra, no. Si se supiera, otros perros irían detrás de ella, y reconozcámoslo, siempre hay un caballo mejor. La cuestión es que Odi no lo encontrara en su camino, yo iba a ser el único semental en esa cuadra.

Una nueva cazadora 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora