Venganza.

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Narra Alejandra.

Yo estaba bañada en sangre, y de mi machete goteaba la misma sustancia carmesí. Cherry Pau estaba sin poder moverse, pero respiraba superficialmente.

El bosque estaba mayormente callado, excepto por el sonido del silbido de algunas ráfagas del viento, pues ni el silbido de los pájaro se escuchaba.

Después de marcar su espalda y piernas con enormes cortadas, se me ocurrió cortarle la cabeza.

La tome de su cabello y la voltee hacia atrás, Cerry Pau sabía lo que estaba pensando a ser con ella.

Acerque el machete a su cuello para cortarla.

-¡Alto!, solo quítale algún dedo o algo, pero no la puedes matar- dijo Jane interrumpiéndome.

Jane tenia mucha razón, era totalmente imposible que después de lo que le iciera ella pensara en volverme a acosar o a tratar de matar.

Así que me acerque a su mano derecha, Cherry Pau empezó a forcejear tratando de soltarse.

Los pájaros que no silbaban de repente volaron, pues esta vez las vainas no fueron suficientes para poder parar los gritos de dolor que Cherry Tenía.

Después de eso Cherry Pau se desmayó pues estaba perdiendo demasiada sangre.

-¿Que hacemos ahora?- Le pregunté a Nina.

-Sera mejor correr.- Dijo algo preocupada por el estado en el que deje a Cherry Pau.

-No tengo miedo.- Dije, y por una vez fue en serio. -¿Me puedo meter en problemas por esto?

-No me preocupan los demás... excepto Slenderman.- Respondió, Jane.

-Él sabe que Splendorman está de nuestro lado,- Dije, -Quizás no se atreva a tomar venganza... Pero no me quiero arriesgar.

-No te debes arriesgar. Desde ahora te digo que no debes meterte con Slenderman.- Dijo Nina seriamente.

-No puedo pasar desapercibida así.- Le dije y mire hacia abajo a mi ropa bañada en sangre.

-Mmmmmmmmmmmmm...- Laughing Kath se quedó pen sativa. Miró al cielo,- Córtate.- Me dijo rápido, -Si te haces una herida, pensaran que la sangre es tuya.

La mire horrorizada. -Pero es demasiada sangre...- Tragué con fuerza, -Está bien.- Sin pensarlo dos veces, me mordí el labio inferior con fuerza, me levante un poco la blusa para exponer mi abdomen y corte rápidamente. Un gritó ahogado de agonía trato de escapar mis labios.

Cerré mis ojos con fuerza. Tome unas hojas del suelo e hizo que dejara de sangrar lo suficiente para que no me desangrara, pero aun quedo la cicatriz, por lo que los demás nos creerían.

-Gracias,- les dije, unas lagrima silenciosas recorriendo mi rostro. -¿Que haremos con Cherry Pau? Hablará cuando recupere la conciencia.

-No podemos hacer nada más, Alejandra.- Nos quedamos en silencio un momento. -¿Donde la pondremos? No hay donde dijo Jane apresuradamente.

Me empecé a apanicar un poco. -Dejémosla por el lago, donde me atacó. Así poder aprovechar a limpiarme un poco, ¿No crees?

-Maldita sea Alejandra. Estamos en un gran lio.- Empezó a preocuparse Nina.- ¿Dónde esconderemos a Cherry Pau? No la podemos dejar en el lago.

-Mierda.- Dije. Ella tenía razón. Pensé por un momento. -La podríamos enterrar.

-Buena idea.- Dijo Laughing Kath.- Pero ya Alejandra, no tenemos tiempo.

La sonrisa del Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora