Todo estaba oscuro. Los pasos hacían eco en la oscuridad.
A mi lado, escucho el crujido de una puerta abriéndose. La mire, pero no estaba consciente de lo que hacía, así que me acerque pero no podía ver que había en el interior del cuarto, así que decidí entrar, y desenmascarar el misterio.
Escuche murmullos, que lentamente escalaron a ser gritos de agonía. Sentí como si una espada atravesara mi pecho.
Lo primero que vi fue una figura alta, oscura y amenazante. Mis pasos eran mojados, como cuando pisas el lodo. Luego, a sus pies, vi un gran charco de sangre. El olor metálico de esa sangre era demasiado realista, y me invadió los sentidos.
La figura miro encima de su hombro, e inmediatamente supe quién era. Jeff se hizo a un lado la cabellera, para que viera su sonrisa malévola. -Ya era hora de que te aparecieras, linda. Quería que vieras esto.
Se hizo a un lado, y vi el cuerpo mutilado de... Raúl. Ya no tenía viceras, pues estaban regadas por todo el cuarto. Pude ver todos sus órganos. Después me di cuenta de que Jeff tenía la boca llena de sangre seca.
-Oh dios..- Dije, y de pronto estaba demasiado mareada, -¿Q...Que has hecho?-dije totalmente asustada.
Su risa se escuchó diabólica y aún más grave de lo común. Este hijo de puta estaba disfrutando verme sufrir. -Te dije que no sería la última vez que me vieras- dijo con una sonrisa entre cortante.
Solo es un sueño, tiene que serlo. ¡DESPIERTA!-grite enfurecida.
-¡NO!- grité, y me levante del sofá de golpe. Estaba empapada en sudor frio y demasiado agitada, pues mi corazón estaba a 1000 por hora.
-¡Ale!, ¿Qué pasa? ¿Estás bien?- Preguntó Raúl y se sentó en el sofá para examinarme y ver qué es lo que me pasaba.
Suspiré aliviada, -Oh, gracias a Dios, ¡estás bien!- Dije, y puse mis manos en sus mejillas para asegurarme de que era completamente real. -Estas bien. Arqueó una ceja, y yo lo abrace. -Tuve una pesadilla horrible. Tú estabas... Tú estabas..- Y de repente, me encontré a mí misma llorando y agonizando de tristeza, pues creí que algo realmente le había pasado a Raúl.
Me abrazo fuertemente, tratando de reconfortarme. -Ya, ya. Todo está bien. Ya pasó.
No quería decirle que tenía miedo de Jeff pues me creería una total lunática por tenerle miedo a un personaje ficticio.
No podía dejar que Raúl me fuese a dejar a mi casa, pues Jeff podía estar rondando por allí, y ya sabía de lo que era capaz, así que no podía exponerlo a las locuras de un creepy.
Corrí como maniaca hacia mi casa, y no pare aunque mis pulmones parecían estar en llamas y mis piernas estaban llenas de calambres que las estrujaban para no dejarme seguir.
Mis padres, como siempre, no estaban en casa. Me escabullí a mi cuarto y prendí todas las luces posibles. Vi que encima de mi cama había un papel doblado. Me le quede viendo por unos minutos interminables y después con valentía y con manos temblorosas tome el papel.
Tenía un mensaje escrito con sangre espesa. De inmediato supe de quien era.
Ven al parque central a las 3 AM. Si no, ya sabes lo que pasara...
Era obvio que tenía planes malignos para mí, y pues estaba indecisa pues si iba, me podía matar, y si no podía matar a Raúl, y no quería que nada malo le pasara a él y tampoco a mí.

ESTÁS LEYENDO
La sonrisa del Amor.
Genel KurguSeriamente, muchos creen que tras la sonrisa malévola de Jef The Killer no ay amor, sin embargo ay q entender que asta las Crepys tienen sentimientos.