(.......)
Narra Alejandra.
Había estado tanto tiempo fuera del país que ya nada se me hacía conocido.
Entre las sombras, Seed y yo nos movíamos en la dirección que yo le indicaba. No podía caminar aun, asi que yo le indicaba a Seed hacia donde ir y el me llevaba en su lomo, no podia ir a casa de mis padres, pues corría el riesgo de exponerlos o de que me quisieran mantener ahí.
Además, no creo que recibirían muy bien a Seed. Por eso, se me ocurrió ir a casa de alguien más.
Llegamos a el pequeño y tranquilo vecindario y con la mirada buscaba el número indicado. 695... Aquí es. Me baje del lomo de Seed y acaricie su melena antes de acercarme a la puerta principal. -Quédate detrás mío,- le dije a Seed, quien solo movió la cola en respuesta.
Toqué el timbre, mis esperanzas de que alguien abriera por los cielos. Después de un largo momento de silencio, escuche pasos pesados.
Un Raúl aturdido y recién salido de la cama abrió la puerta. Sus ojos se abrieron como platos, -¿M-Alejandra?- preguntó, su voz aun rasposa por el sueño.
Asentí. -Hola Raúl.
-¿Qué haces aquí? ¿Y dónde has estado?- Dijo, -¡La policía te ha estado buscado por un maldito mes y medio!
Sonreí irónicamente. -Es una muy larga historia, pero estoy segura de que tienes tiempo. ¿Puedo pasar?
Me miro perplejo por un momento, como si se estuviera decidiendo entre si esto era un sueño o no.
Después, se apartó de la puerta y me dejo pasar.
Se tiro a una esquina de la sala, dejándose caer al suelo, de repente, vi su rostro palidecer hasta que parecía un fantasma, -¿Q...Que es es-eso?- preguntó paralizado.
Voltee y vi a Seed moviendo la cola e inclinando su cabeza al inspeccionar a Seth. Sonreí un poco, -Mi...Compañero de viajes.- Me acerqué y puse mi frente contra la de Seed.
-Ve a correr un rato, busca algo de comer. Pero vuelves pronto ¿Entendido?
Dejo salir un ruido extraño que me indicaba que había entendido, y salió corriendo hacia la calle.
(....)
-Espera, ¿Qué?
Puse mi taza de té en la mesa y me volví a acomodar en el sofá. -Lo que escuchaste.
-¿Realmente escapaste con un circo?- preguntó escéptico y arqueó las cejas.
Asentí. Le había inventado una gran historia de cómo había escapado con un circo de gente bastante... peculiar. Le describí vagamente como se veían los integrantes, claro sin decirle que eran Creepypastas asesinos. Claro, también omití la parte en la que Cherry Pau trata de matarme.
-¿Y esa cosa que era?- dijo, -No era ningún animal, y claro que no era un humano.
Suspiré. -Es difícil explicar, tendrás que confiar en mí en esta.
Asintió y se quedó callado. Estuvimos en un silencio incomodo por un buen rato, hasta que el volvió a hablar.
-¿Y porque volviste?-pregunto.
-Hubieron algunas....Complicaciones y necesitaba alejarme un tiempo.- Dije, -¿Te importaría si paso unos días aquí antes de seguir mi camino?
Negó con la cabeza, -Está bien, ¿cuánto tiempo crees quedarte?
-Dos o tres días. Espero que no sea una molestia.
-Para nada,- Dijo y se levantó, -Iré a buscar cosas para hacerme una cama en el sofá, y tú te quedaras en mi habitación.
Y con eso, se fue. Casi por instinto, mire hacia la ventana. Ahí bajo la luz de la luna, en la calle de enfrente estaba sentado un gato. Pero no cualquier gato.
Quizás me quede menos tiempo.... -asentí en mi mente.
(...)
Me levante de la cama tentativamente, sin quitar mi vista de un gato. Era la única y última persona que quería ver en este momento. Sabía que me trataría de convencer de que regresara con él, pero yo solo causaba daños. No podía regresar, al menos no por un tiempo, o hasta que Cherry Pau se olvidara de mí.
Abrí la puerta de la casa y salí al patio. Ahí, ya estaba Jeff en su forma humana pero ya no me sorprendió lo rápido que se había movido y transformado. Crucé los brazos frente a mi pecho, y ni uno de los dos dijo nada.
-No sabes cuánto me costó encontrarte.- Dijo finalmente, -Dios, no sé si abofetearte o abrazarte en este momento.- conteste.
-¿Porque no mejor me besas?- dije, acercándome a él y levantando un poco su capucha. Nuestros labios se unieron en un beso apasionado, desesperado incluso.
Ningún beso que haya tenido en toda mi vida se comparaba a este.
Nos decíamos lo que sentíamos el uno por el otro sin usar las palabras, cuanto habíamos esperado por este momento y cuanto era el deseo del uno por el otro.
Jeff me abrazo más cerca hacia él y beso todo mi rostro antes de regresar a mis labios. Sonreí contra sus labios. -Al parecer, los psicópatas tienen sentimientos, ademas alguien me extraño.- susurré.
-Como no tienes idea.- susurró antes de darme otro pequeño beso.
Se separó de mí y miro su alrededor. -¿Donde esta Seed Eater?
-Lo deje ir a cazar. Ya no debe de tardar en regresar.- respondí.
Él tomó mi mano, -Vámonos antes de que alguien nos vea.- comenzó a jalarme, pero yo solté su mano.
-No,- dije y volví a cruzarme de brazos, -No puedo regresar.
-¿Porque no?- preguntó inclinando la cabeza hacia un lado. Me recordó al día en el que íbamos en el avión, cuando todavía le tenía miedo.
-Porque allá solo hiero a la gente y soy una gran carga para ustedes.
-jamás serás una carga para mí,- dijo, y mi corazón de acelero, de la emoción.
-Pero no puedo con lo que me ha hecho Cherry Pau.- Dije, tratando DE NUEVO de no llorar.
Suspiró. –no dejare que nade te haga daño –Si Cherry Pau no te hubiera tratado de matar, no habrías huido.... Pero tampoco me habrías besado.
Me sonrojé un poco y me mordí el labio inferior al recordar nuestro beso.
Me abrazó una vez más hacia él.
-¿Y Cherry Pau? ¿Qué haremos en cuanto a ella?
Sonrió levemente. -Yo te protegeré.- besó mi cabeza, y en ese momento llego Seed corriendo desde unos arbustos.
Comenzó a lamer a Jeff con su larga lengua y movía la cola energéticamente. -Yo también te extrañe amigo, pero cálmate o Smile dog se enterara.- Rio Jeff.
Los mire y no pude evitar sonreír. -Está bien, está bien. Volveré contigo.
(.....)
-Oh Dios, que bueno que este bien.- Dijo Hoodie, -Jack ya me iba a volver loco.
Reí. -Es bueno verte también, Hoodie.
Todos los demás me abrazaron y me recibieron con calidez, excepto Eyeles Jack, quien no estaba ahí. Por la herida de su pierna.
-Ya era hora de que se juntaran.- Dijo Jane, -Jeff se empezaba a volver un dolor en el culo.- dijo Laughing Kath.
Me reí de nuevo. -Me han dicho.
Jeff besó el lado de mi cabeza y yo mire su sonrisa.
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La sonrisa del Amor.
Ficción GeneralSeriamente, muchos creen que tras la sonrisa malévola de Jef The Killer no ay amor, sin embargo ay q entender que asta las Crepys tienen sentimientos.