Ascenso 1.1

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Una frialdad se apodero de mi cuerpo hundiendome, perdiendo el control sobre mi misma.

¿Qué esta sucediendo?

Estaba en un sitio totalmente oscuro, solo lograba distinguir la poca luz que emanaba mi vida. A lo lejos las palabras hacen eco en la dirección contraria a mi.
Me dispuse a caminar hacia donde terminara la resonancia del sonido. La oscuridad no cede, el frío es más que gélido, un glacial tsunami de miedo oculto. Mi piel se pone de gallina con los pelos de punta, mis pisadas resuenan en la inmensidad de aquel negro color que parece tragarse mi existencia como si las estrellas cayeran sobre la tierra desapareciendo y quemando todo a su alrededor.

Las palabras terminaron donde un cuerpo sujeto por cadenas a una pared gris se hallaba ensangrentado, es la chica de aquellos ojos amarillos con su cabello que parece una cascada mezclada con el mismo negro de esa dimension, su piel tan delicada dando la impresión de que un solo toque podria quebrarla, sus razgos como los mios.
El eco da un último suspiro y la chica abre los ojos cuando la última palabra se ahoga en la oscuridad.

-Suscitatio a vestri torpor. ¿No pudiste elegir una mejor frase Layle? -una tristeza de un instante cruzo su rostro.
Algo esta mal, sus ojos brillan rojos como la sangre y su sonrisa solo representa la diversión de una destrucción aproximandose, la malicia y la burla unidos.

Las cadenas plateadas que llevaban plantas entrelzadas la sueltan. Cae con una delicadeza inhumana.

-Pobre niña. Tantos años pensando que todo lo que conocias era real. Dejame decirte algo que te haga sentir mejor, realmente fuiste útil, aunque por un tiempo solamente.
-¿A que te refieres? -el dolor de cabeza vuelve y me golpea con más fuerza, anhelaba que Drake viniera y me sujetara, pero eso no paso. El suelo estaba húmedo, parecian aguas profundas pero solo la suela de mi zapato se hundia cuando estaba de pie.
-¿Te cuesta tanto aceptar que solo eres un espejismo? Como las flores japonesas que no tienen fragancia. Hermosas, pero dejan de tener gracia, ya que no aportan nada.

Ella chasquea sus dedos y un camino cerrado en mi mente comienza a abrirse. Son memorias de una vida lejana, siglos atras.. esto no es un sueño.

Un chico rubio, un dragón, hombres con capuchas y barbas blancas, personas muertas, mi risa maltratando el silencio.. un nombre desea volver pero ella lo retiene, no me dejara saber.

-Basta con que sepas lo necesario. No husmees de nuevo. ¿Ahora puedes recordar cierto? -su sonrisa me producen escalofrios, una sonrisa llena de maldad como si la persona frente ami hubiera sido tragada por demonios que ahora la habitaban.
-Ss ii.. -tartamudeo ante mi descubrimiento. Un dolor que quemaba presionando mi pecho.
-Entonces, ¿entiendes tu situación.? -aún sin perder la sonrisa se acerco mucho y subio mi cara que miraba con incredulidad rota.
-No eres REAL. -agregó a mi oído.
-¿No soy real? Soy un espejismo.. soy una mentira.. un obstaculo en tu camino.. soy dolor para ti.. por eso me creaste. -las palabras que recitaba me atontaban.
-¡Bingo! Pero ya no puedo jugar, es hora de comenzar.
-¿Qué sucedera conmigo? -mi voz temblaba de miedo.
-¿Quieres que sea buena contigo?

No conteste, esa mirada era paralizante.. sus ojos rojos me arrastraban con ella al abismo.

-Claro, a pesar de ser una mentira quieres aferrarte a la vida. No se como pude soportar tenerte dentro de mi durante tanto tiempo. Eres y seguiras siendo solo un estorbo. -se acomodo el cabello hacia atrás y río.
-Sere gentil, así que debes estar agradecida. -alzó su mano en mi dirección, las cadenas que minutos antes la sujetaban contra la repulsiva pared llena de sangre me atraparon, el frío helo mis entrañas y antes de poder decir algo fui arrastrada y sujetada en la misma forma que ella.
- ¿Porque haces esto? No tienes que.. -fui interrumpida.
-¿Preguntas porque? -repusó mientras hablaba como si fuera una niña divirtiendose.

Irizel: el hilo de la vida. (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora