Sênit 1.1

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Era Niall, venía para decirme lo mismo que Laia, pero de una forma mas decente:

-Ryu dice que es hora... -se detuvo y me miro: -¿Estas llorando? Es la primera vez que.. bueno.. no eres ella. -me tendío sus manos, las tome y me levanto.

-No se que haya sucedido, no te incomodare con preguntas innecesarias, pero dejame decirte que las lágrimas no hacen a nadie débil, no las escondas. -yo me estaba secando disimuladamente la cara y me detuve.

-Gracias. -mi voz sonaba decaida.

-Si necesitas hablar, no ahora claro. El caso es que puedes hablar conmigo.

No dije nada, solo le sonreí.

-Vamos. -volvio a sonreir.

Lo seguí hasta el auto de Ryu, el maravilloso y rápido auto negro. Donde alguna vez estuve sentada con él riendo, y lanzando pequeñas indirectas.

-Pense que ibamos a subir... ¿no se supone que esta en el cielo?
-cuestione ante el erróneo medio de transporte. ¿Quién llegaría al cielo en auto?

-Anda sube, yo solo sigo las órdenes de la bruja. -me miro esperando una reacción, de seguro le gustaba molestarla. Aunque ella en realidad no se molestara.

Le hice caso y subí, debía cumplir mi trato, tengo palabra y no tenia como escapar... al menos no por ahora.

Condujo hasta las afueras de la ciudad, en un bosque de los tantos bosques que hay en Dormund.

Igual que los demas, grandes árboles caducifolios juntos lo cual impedía muchas veces el paso a pie.
Solo que este bosque era diferente, tenia un aspecto misterioso e intranquilo, era como si en cualquier momento un hombre lobo saltaría a deleitarse con nuestra carne.

No es que estuviera muy alejado de la realidad, si existe alguien como Laia... -pensé.

-Cuida tus palabras mugrosa, no puedes compararme con un híbrido de esa clase. Ellos son solo fantasía, no existen. -la gruñona voz de Laia.

-¿Puedes irte de una vez? -le sugeri con bastante tenacidad.

-Haz tu parte.



Volvio a desaparecer y yo me puse nerviosa, ¿iba a entrar en una fortaleza celestial? ¿iba a irrumpir y robarles? ¿A un dios, deidad o angel? ¿Qué sentido tiene que lo haga yo y no ella?

Talvez deberia..

Intente guardar mis pensamientos para mi, pero fue inútil.
Ella se percato de todo.
Aunque no me dijo nada.

Pronto nos adentramos en el bosque.
Cuando atravezamos un pequeño río que separaba ambos lados del bosque cruzando un puente de cemento sin barandas que llevaba años abandonado; pude ver a una bestia de cuernos, ojos con heterocromia, uno rojo y el otro azul pero eran colores más hermosos que los normales, estaba asustada y sin darme cuenta sujeté la camisa de Niall desde atrás.

El me miro sorprendido y luego sonrió con una sonrisa de esas que te dan cuando quieren decir "tranquila todo va a estar bien" pero esas sonrisas nunca funcionan.
La bestia no nos habia visto y yo seguia carcomiendome por el miedo.
¡Jamas habia visto un animal, monstruo, bestia, demonio, lo que fuera! de esa clase...

Niall me dejo seguir sujetando su camisa mientras caminabamos a una segura muerte inminente devorados por una bestia que de repente estiro dos colosales alas.
La maleza y las hojas caídas del solstidio de otoño crujían con nosotros, aumentando mis ganas de correr.
Unos segundos antes de poder ver bien el rostro de aquel animal se giro estruendosamente y derribo un árbol con su cola.

Irizel: el hilo de la vida. (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora