El ansiado reencuentro

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Hola, me tarde un poco, pero regrese. Me gustaría que escuchen esta canción mientras leen el capitulo. La encontre hace poco y por lo que dice me recuerda a Laia, si pueden escucharla sería genial. En fin, gracias por leer. :3
HisteriaZero~


Recupere la conciencia.

El dolor, los golpes y el silencio se habian apaciguado. El negro color bailaba bajo el escarlata brillante: memorias de lo que un día fue.

Me levante, camine por la inmensidad del espacio en mi corazón; no habia más que vacío. Ryu nos habia enviado a casa con el collar de escama de dragón. Alana nunca supo que su collar tenia dentro una escama de Ryu, la leyenda dice que si obtienes una escama de dragón podras escapar a cualquier lugar donde tu corazón desee llegar. Sin embargo, si es el dragón es quien escoje tu destino, la escama se quemara evitando que puedas volver.

Maldito Ryu. No debes exponerte asi. Mi corazón ya esta lo bastante sensible como para que me haga esto.

Hace un día desde que regresamos sin él y nos encontramos con Niall y Jessline Allen.
Una grata sorpresa debo decir que no me hubiera imaginado.
Alana no lo supo ni yo le diría que fue Ryu quien lastimó asi a Niall.

Estaba medio muerto cuando volvimos y su vida habia comenzado a agrietarse, pero Jessline lo habia estado cuidando bien para que el frío venenoso no lo matara. Ryu seguramente le dijo que hacer.
Lo que me mantenía intrigada era que le habia ofrecido para que ella aceptara venir a este lugar; Jessie no dijo nada, se limitó a mirarme con eceptismo y cuando la castaña amiga de Alana se fue, puse a Alana lejos para que evitara verme al curar a alguien.
Ella no sabia mucho de eso ni tenía porque enterarse, cuando compites contra otro poder y uno como el de un dragón puede ser desgastante, es como acariciar miles de vidrios rotos solo porque brillan, atrayendo y permitiendote saborear la sangre de sentimientos pérdidos en medio de escombros, como jugar con fuego, asi se sentia cuando alejabas la muerte de un ser vivo.

Las venas en su cuerpo estaban congeladas y de un color muy oscuro.. su piel estaba helada cuando tome su mano, el abrió sus ojos inmediatamente...

-No lo.. hagas.. -dijo haciendo un esfuerzo para hablar. -Se que sufres.. a cambio.. de sanar. Ryu.. no me hizo esto enserio.. -respiro profundamente. -Tú, maldita bruja.
-soltó mi mano y colocó la suya en mi mejilla. -Eres tan extraña.. eso me gus.. -puse un dedo sobre su boca.

-Callate, eres un perro torpe, sólo cierra los ojos y agradeceme por salvar tu vida. -de nuevo tome su mano y a través de ella me trague el dolor, acaricie los vidrios rotos, las entrañas del infierno y corte los hilos de muerte.
La mordida gélida entró en mi sistema y a medida que sucedía lograba sentirme humana.
Todo iba bien, hasta que el rostro de mi hermano cruzó mis ojos y el frío comenzó a hacerme más daño del esperado.

Niall estaba recuperado y se movia mejor que nunca.

-¡LAIA! ¡MALDITA SEA TE DIJE QUE NO LO HICIERAS! -grito mientras me sujetaba en sus brazos, y cuando mis ojos se cerraban escuche la voz de mi hermano de nuevo: "Asteirus amaranth milenias" y entonces Ryu entró por la puerta.

A la mañana siguiente el cuerpo donde residíamos Alana Schneider y yo: Laia Greenwood, se negaba a moverse paralizado por el sentimiento intermitente de tragedia en su interior, mi cuerpo se negaba a obedecer a ninguna de nosotras. Alana estaba al borde de la demencia mientras yo meditaba en las palabras de mi hermano.

-Esto es insoportable... ¿porque no haces nada? -me decía cada pocos minutos.

-Quisieras callarte un rato niña estúpida. No necesito más problemas de los que ya tengo.

Irizel: el hilo de la vida. (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora