En la habitación, procedí a acercarme cuando de pronto:
—Espera, yo...
Me habló ¡Me estaba hablando!
No de una manera agresiva, me estaba hablando diferente. Me detuve y esperé a oír lo que quería decirme. Me encontraba entusiasmado ¿Qué es lo que quería decirme?
—No puedes, por favor.
¿Luciérnaga rogaba? ¿Pedía misericordia?
Me acerqué y ella cerró sus ojos, se estremeció, parecía frágil. Posé mi mano es su rostro y acerqué el mío al de ella.
—No te haré nada —le susurré al oído.
Agarré la camisa y salí de la habitación. Qué extraño ¿Me había vuelto amable?
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Casada con la oscuridad
Short StoryUna novela en pequeños párrafos donde la oscuridad y la luz contarán su versión de la historia, ¿pero por qué te lo estoy contando yo? Ellos mismos pueden contártelo. Narra Luz. ―La oscuridad, la oscuridad que me persigue, me he casado con la oscuri...