El supuesto cura habló por un rato y pronunció las palabras que no hubiera querido escuchar.
—Bueno, la novia no importa, usted su majestad, ¿acepta?
—Sí, acepto —dijo el desgraciado.
¡¿Quiénes se creen que son?! ¿No importo? Ojalá mueran, ¡¡malditos bastardos!! Oscuridades tenían que ser, que furiosa me estaba poniendo.
Sin embargo toda mi rabia pasó a miedo cuando ocurrió lo que seguía después.
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Casada con la oscuridad
Historia CortaUna novela en pequeños párrafos donde la oscuridad y la luz contarán su versión de la historia, ¿pero por qué te lo estoy contando yo? Ellos mismos pueden contártelo. Narra Luz. ―La oscuridad, la oscuridad que me persigue, me he casado con la oscuri...