El maldito general se enojó mucho por mi contestación y se fue quejándose lejos de mí (por suerte).
Cuando me di la vuelta y vi a Luz desde la puerta mirándome quedé perplejo ¿Por qué estaba allí y qué es lo que estaba pensando? Pero antes de preguntarle ella misma habló primero.
—¿Qué guerra? —preguntó ansiosa de saber y algo preocupada.
Al parecer había escuchado parte de nuestra conversación.
—Yo me encargo, olvídalo y vuelve adentro. —Le señale la puerta.
—No lo haré, cuéntame —insistió.
Mi corazón se aceleró (si es que tengo), ella me estaba hablando casualmente.
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Casada con la oscuridad
Historia CortaUna novela en pequeños párrafos donde la oscuridad y la luz contarán su versión de la historia, ¿pero por qué te lo estoy contando yo? Ellos mismos pueden contártelo. Narra Luz. ―La oscuridad, la oscuridad que me persigue, me he casado con la oscuri...