—¡Corre! —le grité.
Pero al parecer había quedado paralizada por el miedo. Empujé al monstruo con toda mi fuerza y corrí hacia ella, tomé su mano y la obligué a huir de allí.
Sabía que la pesadilla no nos seguiría, no éramos sus presas, solo estábamos en su territorio.
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Casada con la oscuridad
Short StoryUna novela en pequeños párrafos donde la oscuridad y la luz contarán su versión de la historia, ¿pero por qué te lo estoy contando yo? Ellos mismos pueden contártelo. Narra Luz. ―La oscuridad, la oscuridad que me persigue, me he casado con la oscuri...