Luego de hacer ese discurso impresionante, me cargó en sus brazos ya que no me podía mover. Me dolía mucho el cuerpo, pero él amablemente...
STOP.
¡¿Estamos hablando de la misma Oscuridad que me secuestró y privó mi libertad?!
ALTO.
¡¿He cambiado de opinión sobre él?!
PARA.
Esto era malo, muy malo.
¡¿Sentía algo por este idiota?!
Ya está, me mató, no admitiré algo como eso.
ESPERA.
¡Maldición! Lo he admitido.
Ahora sí que me he vuelto loca.
Olvídalo, olvídalo, olvídalo.
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Casada con la oscuridad
Short StoryUna novela en pequeños párrafos donde la oscuridad y la luz contarán su versión de la historia, ¿pero por qué te lo estoy contando yo? Ellos mismos pueden contártelo. Narra Luz. ―La oscuridad, la oscuridad que me persigue, me he casado con la oscuri...