Capítulo 5

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Son casi las 20:30. El chico misterioso llamado Jack se ha ido hace como una hora tras haberme acompañado a casa. Ha sido realmente amable ya que no me conoce de nada, y eso lo hace también realmente raro todo. Entro a casa con una copia que mi madre me dejó nada más llegar esta mañana.
«Vaaya»
Está todo ordenado, colocado y perfectamente limpio. Se ve que mientras yo estaba fuera mi madre no ha perdido el tiempo.
-¡Clara!- grita mi madre al verme. -¿se puede saber dónde estabas?-.
-Salí a dar una vuelta y me quedé en el parque.-
He decidido suprimir todo lo de Jack.
-Al menos podrías haberme avisado o haberme llamado.-dice de brazos cruzados .
-Me quedé sin batería en el móvil, no pude.-miento.
Simplemente no quería interrumpir la primera conversación que tenía con un posible futuro amigo.
-En fin...-suspira y añade -al final no vamos a salir a cenar, he pedido pizza-
-Yo no ceno, venir secuestrada a un lugar que no quería me ha quitado el hambre.-
«y el perrito caliente también»
-Te acostumbrarás, ya lo verás. - dice con tono tranquilizante, se da la vuelta y se va.
-eso espero- añado tan bajito que no creo que me haya oído.
Subo a mi cuarto y me paro en seco sorprendida.
«Madre del amor hermoso»
Debo de estar flipando cuando veo mi cuarto, mi nuevo cuarto decorado hasta el más mínimo detalle con mis gustos. Tiene millones de recuerdos y cosas de mi padre que no sabía que teníamos. Apenas puedo contener las lágrimas.
Mi padre falleció hará apenas 3 años. Fue muy duro para todos.
-Sabía que te gustaría- dice mi madre que estaba detrás mío todo el tiempo.
-¿lo...lo has hecho tú?- tartamudeo.
Asiente y entonces la abrazo llorando.
-Gracias, muchas gracias.-ambas comenzamos a llorar hasta que dice:
-Me voy a la cama, se me han quitado las ganas de comer.- se quita las lágrimas de las mejillas, sonríe, me besa la frente y se va.
Me seco las lágrimas con la manga y me tumbo en la cama hasta quedarme totalmente dormida.
Amanece, son las 10:44, se ve que lo de llevar cajas hizo que estuviera súper cansada.
Salgo de la cama, corro las cortinas y cojo mi móvil. Un mensaje de whatsapp nuevo de un número desconocido.
«¿Quién...?»

Buenos días dormilona, no te olvides que hemos quedado a las 17:30 en el banco de ayer. No me falles, hay mucha ciudad que enseñar.
Besos, J.

«¿cómo ha conseguido mi número este tío?»
Empiezo a pensar y darle vueltas. Entonces caí.
Cuando me fui a tirar el papel de mi perrito debió de cogerlo. Será...
-¡Clara! ¡Necesito que me ayudes con unas compras!- me grita mi madre desde abajo.
-¡Ya voy!- le devuelvo el grito.
Tras ayudarla a comprar comida, cubiertos, etcétera, son casi las 17:00.
«¡no me va a dar tiempo!»
Como a toda prisa y salgo de casa. Para prevenir la charla que me diera mi madre le dije que había quedado con una amiga que vive cerca.
Llego al parque y no hay nadie. No me lo puedo creer. Son las 17:40 y no había nadie. Jack me había dejado plantada.

No me lo puedo creer. Ya decía yo que un chico tan atractivo como él no podría ser "amigo" de alguien como yo. En fin.
Decido irme y entonces alguien me tapa los ojos por detrás.
-¿Alguien estaba pensando en irse?-
Esa voz era tan sensual, tan atractiva que entonces me di cuenta. Era Jack.

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