Me quedo pasmada. Sabía perfectamente que era él pero en ese momento lo único que se me ocurre hacer después de que un extraño me tape los ojos es pegándole una patada en su parte más noble.
Cuando me giro veo un pelo liso negro y una camisa blanca.
«Oh mierda...tierra trágame»
¡Acababa de pegar en esa zona al único especie de amigo que tenía!
Sólo le oigo un grito ahogado que sale de su boca y le miro cómo está de rodillas en el suelo.
-Yo...eh...¡de verdad que lo siento! Creí que eras un tipo raro o algo y...-No aguanto más, se me caen las lágrimas. Estoy demasiado agobiada.
Me observa desde el suelo; no dice absolutamente nada. Sólo me mira atentamente. Y de repente, se ríe.
«¿Qué le hace tanta gracia a este chaval? ¡Acabo de darle una patada ahí mismo!»
-Para ser una chica tan guapa pegas muy bien- dice y se levanta.
Ambos notamos como me he puesto roja como un tomate. Siento vergüenza por el piropo y por haberle pegado ahí.
«Madre mía»
-¿te...he hecho mucho daño?-
-Bueno...un poco...creo que mañana cogeré cita en el médico por si acaso...-
Esto es mucho más incómodo que haberle pegado.
-Lo siento de verdad.-
-Tranquila, es normal que reacciones así con la gente que hay por ahí.- sonríe y empezamos a andar -Como esta tarde hay nubes y parece que va a llover, ¿qué te parece que vayamos antes de que llueva a un parque y luego a un museo?-dice.
-Claro, yo te sigo-
Se ríe.
-Bueno Clara, cuéntame cosas sobre tí-
«Vaya por dios, ¿qué quiere saber?»
-Mm...pregúntame lo que quieras saber- añado mientras cruzamos una inmensa calle.
-Hermanos, pareja, gustos de música...lo típico ya sabes- sonríe muy pícaro.
-No tengo hermanos, mi novio me dejó y variada la música -
Se pone serio.
-¿te dejó- hace una pausa -Pero, ¿por qué?¿cómo?- pregunta muy interesado y serio.
-Me dejó con una nota escrita en la pizarra que todos pudieron leer -me trabo al recordarlo - y me dejó porque encontró a una chica mejor que yo- suspiro.
-¿mejor que tú?-
-Sí, mucho.-
-¿y eso por qué?-
-Era jodidamente perfecta.- suspiro.
-pues vaya imbécil -
Me río, tanto por lo que ha dicho como por la tensiónAlgo húmedo cae en mi mejilla derecha, agua.
«Oh no»
Estaba empezando a llover y estábamos lejísimos de mi casa.
-Clara rápido acompáñame -dice él.
-¿Qué?¿A dónde?- pregunto inquieta.
-Mi apartamento está a una manzana de aquí-
-¿Estás loco? ¡No voy a ir contigo a tu apartamento!-
-¿qué tiene de malo?- pregunta.
«¿Enserio me lo está preguntando?»
-¡No te conozco de nada Jack! -
-Clara confía en mí, te prometí que no te iba a hacer daño y lo cumpliré- aclara.
Entonces lo agarro de la mano, asiento y corremos hasta su casa.
Llegamos. Es un apartamento pequeño sin ninguna habitación. Sólo cocina, baño y sofá-cama en una sala de estar.
Entro, lo miro y rápidamente él quita la mirada de mí. Está rojísimo. Intenta no mirarme. ¿Qué le pasa? Entonces bajo la mirada y me veo. Estoy totalmente calada y mi vestido blanco no me tapa nada, lo cual, se me transparenta toda la ropa interior y se me marca todo.
«No puede ser, a mí no por favor»
Se marcha un momento de la cocina y yo empiezo a cubrirme con las manos.
Me pongo rojísima cuando vuelve y me pasa una toalla y algo de ropa suya seca y limpia.
-Gra...gracias -es lo único que consigo decir.
-Puedes ir a cambiarte al baño si lo prefieres...sino me iré yo...- tartamudea, aún sin mirarme.
-Vale, iré al baño-
-Vale, yo...me cambiaré aquí- dice y me dirijo al baño.
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Changes
Teen FictionLos finales felices son sólo para esa clase de personas demasiado tristes como para no saber apreciar el resto de la historia. Quizás él sea mi final feliz, quizás por eso la vida ha programado esta mudanza, por encontrarlo a él, y que mi vida dé un...