Capítulo 7

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Su cuarto de baño parece más grande que su propio salón. Tiene una bañera gigante que parece un jacuzzi, dos lavabos y un inodoro bastante bonito. El suelo está caladísimo gracias a mi pelo. Me quito los pantalones y la camiseta.

He decidido no quitarme la ropa interior. Me doy la vuelta y de repente, por el suelo mojado, resbalo y mi cogote choca contra la bañera. Lo último que recuerdo antes de verlo todo negro, es la puerta abriéndose y una voz masculina gritando mi nombre y pidiendo ayuda.

El primer pensamiento que me pasa por la cabeza al volver de mi inconsciencia es «Vaya golpe me he dado» .
Cuando consigo abrir los ojos, veo luz, había amanecido. Me veo en una cama, más bien en un sofá-cama, tapada y en ropa interior.

«Oh no, ¿qué habré hecho?»
Me pongo derecha y observo la casa de Jack vacía. Siendo yo como soy lo primero que hago es mirar las mesillas en busca de métodos anticonceptivos por si acaso...
Justo al pensarlo oigo un ruido de llaves y él entra.
Me observa, suelta de golpe una bolsa de la farmacia y corre hacia mí.
-Clara no sabes cuanto me alegro de que hayas despertado al fin.-me abraza antes de continuar. -¿Estás bien?¿te duele algo?-.
-Yo...sí...p-pero, ¿qué ha pasado? ¿Por qué no llevo ropa? ¿Qué hago aquí? ¡Mi madre me va a matar!-es entonces cuando el pánico se apodera de mí.
-Clara tranquila, no ha pasado nada de lo que estás pensando, no aún...-trago saliva, sonríe pícaro y sigue- Ayer te estabas cambiando en el baño, resbalaste supongo y caíste mal, perdiste la consciencia. Estás así porque así te encontré y no estaba seguro de si te gustaría que te cambiase yo...Además, el médico ha dicho que no es nada grave y tranquila, llamé a tu madre y le conté lo ocurrido, se lo tomó bastante bien la verdad-cuenta.
«¿mi madre lo sabe?¿cómo habrá conseguido su número? Espera, igual que consiguió el mío claro. Me doy por muerta»
-Va-vaya...gracias Jack, de verdad-sonreímos y me baja un momento la vista y se sonroja.
-Te...te puedo dejar ropa si quieres, osea si no quieres no importa así estás bien ¡quiero decir!Que...que...-está rojísimo y nerviosísimo.
-Tranquilo, uso la talla M de camiseta, ¿tienes algo por esa talla? La que me diste ayer era un pelín grande- Le digo para no hacerle pasar un rato vergonzoso; sonrío, aún sigue colorado.
-Seguro que encontraré algo, ahora mismo te lo traigo. -añade un poco colorado aún y se marcha sonriente.

Este chico es tan único y amable, que me está empezando a caer más que bien...

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