Capítulo 32

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Una pequeña nota de papel de cuaderno llega a mi mesa escrita a rotulador negro que se traspasa por el folio.

Tienes cara de zombie tía, ¿qué has hecho esta noche pillina?
Marta :)

Idiota...aún no sabe nada sobre mi vida privada. Bueno, sólo lo de Jack, que ahora que lo recuerdo he quedado con él en el recreo.

Voy a responder a su nota.
Saco el cuaderno de...historia por ejemplo, arranco un trozo de una hoja del final y escribo:

Eres muy boba tía, ah, y que sepas que he dormido poco...
Clara ;)

Me gusta hacerla pensar cosas que no son.

Lee la nota y me mira con la boca abierta. Coge un bolígrafo corriendo y escribe rápido.

¿Con quién has estado? Quiero DETALLES Y AHORA. NO TE LIBRAS.
Marta :))

Y picó. No sé si seguir con esto...Bueno, por qué no. Me voy a divertir un poco, total, esta clase de...mmm creo que es de lengua o algo así, el caso es que me aburro, es muy aburrida así que sigamos con la broma.

Si te lo dijera...no tendría gracia, en conclusión, me duele todo.
Clariita ;))

De repente, me río fuerte, le lanzo la nota y...

«Zas»

¡Mierda, la ha cogido la profesora! Joder...que no la lea...

-Bueno bueno...-la abre y comienza a leer- veamos...creo que será divertido leerla en alto...
-¡No! Se-señorita de verdad...no lo volveré a repetir, se lo prometo.
-¡Já! Promesas, no sirven de nada- amargada...-Le doy la opción de que nos lo cuente a nosotros o la leeré yo. Usted elige.
-Emmm- miro a Marta, que me dice asintiendo con la cabeza rápidamente que lo cuente yo - Lo... Contaré yo.
-Bien, ¡chicos, silencio! Clara nos quiere decir algo más interesante que la clase, ¡atended!

-Emm pues la nota iba sobre lo que he estado haciendo esta noche.

Se escuchan murmullos y risitas.

-Muy bien, ¿Y...qué has hecho?

Me mira con cara pícara, ¿existen viejas verdes? Qué mal rollo me está entrando de repente.

«Clara, a centrarse»

-He estado con...sola.
-¡Venga ya! Cuéntelo ahora mismo. La persona, el momento, el lugar, el acto...

Sí, vieja verdísima. Si no existe, lo acabo de inventar.

-Pues verá, veréis- rectifico- fue en casa de Jack, mi...mi chico-afirmo- fue ayer por la noche, e hicimos...

Todos ponen cara de intriga. Esto es genial.

-Hicimos pilates- se escuchan resoplos y quejas de la gente- de ahí que en esa nota que usted me ha cogido ponga que me duele todo.
-Está bien, que sepa que me he dado cuenta de lo que acaba de hacer, y de lo que hizo. Esos actos impuros...niñas guarrillas...sólo buscáis sexo, alcohol, drogas, fiesta y fama...sois todas unas
-¿Perdón? No diga eso, porque que yo recuerde no le he faltado el respeto en ningún momento, además de que yo he dicho la verdad, que usted ya no me crea y tenga una idea equivocada sobre mí, no es mi problema.

Estas últimas palabras las he dicho más lento y claro. ¿Quién se cree esta tía? Es decir, ¿quién se piensa que es para tener el derecho de decirme eso? Será estúpida.

-No me gusta como me ha hablado señorita.
-Ni a mí cómo me ha hablado usted- contesto, no me voy a callar más. Es idiota.
-¡Lárguese al despacho de la directora!
-¡Con mucho gusto vieja verde amargada!

Creo que me he pasado...sólo un poco...

-¡Está usted expulsada! ¡Acompáñeme!

Me agarra fuerte del brazo y me saca de la clase bajo la atenta mirada de todos mis compañeros. Su boca abierta observándome me ha gustado mucho. Miro hacia atrás para echarle un último vistazo a Marta y me hace un gesto de "bien hecho" con el pulgar hacia arriba. Le guiño un ojo.

Esta señora me aprieta del brazo. Llegamos al despacho de la directora Gutiérrez.
Después de toda una charla, saco una sola conclusión: estoy expulsada una semana por faltar el respeto, humillar y dos cosas estúpidas más. Bueno, tampoco me importa, seguramente mi madre lo comprenda perfectamente.

-¿Vieja verde amargada? ¡¿A tí se te ha ido la pinza Clara María?!
-Mamá...no me llames por mi nombre completo por favor. Sé que estás enfadada pero esa señora es...
-¡Es tú profesora! Y te parezca bien o mal lo que diga, tú te callas y lo aceptas, ¡sin contestar ni insultar mucho menos!

Agacho la cabeza. La verdad es que tiene algo de razón, supongo que allí es la autoridad y tal...

-Madre mía...madre mía...- se agarra los pelos y anda en círculos- ¡Estás castigada por un mes! ¡No, no, por dos meses!
-¡Pero mamá!
-¡Ni peros ni peras! ¡A tú habitación ahora mismo!

Voy a decir una última palabra:

-¡Ni se te ocurra rechistar Clara! - dice ella.

Creo que si ahora intento llevarle la contraria, me comería. Así casi que me callo...



Nota de la autora:

¡Feliz Navidad a tod@s!
Por muchos más capítulos juntos. :)

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