-Os habéis dado cuenta de que los dragones acostumbran a ir en grupos ¿no?- dijo mi padre.
-Claro- respondimos los tres a la vez.
-Por lo tanto es mucho más difícil poderlos matar con un grupo tan reducido como el vuestro- yo lo interrumpí- papa, dinos la información importante, todo esto ya lo sabemos, los hemos estado observando.
-Okey, los dragones se encontrarán con otra banda para intercambiar un paquete, por lo que se ve es muy importante, pero no se sabe que es, vuestra misión es descubrirlo y si podéis, robarlo- dijo mi padre.
-¿Dónde será el encuentro?- preguntó Miguel.
-Cerca del museo, mañana por la noche, tened cuidado, habrá muchísimos hombres y puede ser que también haya otras mafias, matad todo lo que se os crucé por el camino o no sobreviviréis- dicho esto se desconectó.
-Ya sabéis chicos, mañana todos preparados para empezar la diversión. ¿Vamos a entrenar un ratito?- pregunto.
-Claro, vamos, nos tenemos que preparar- dijo Iván.
-Yo paso, ya he salido esta mañana- se marchó Miguel y nos quedamos solos, Iván y yo.
-¡Pues vamos Iván, no tengo todo el día!- le grité haciéndole dar un saltito por el susto y yo me reí.
-Muy graciosa Colins, pero esto lo discutiremos en el ring.
-¿Qué ring?- pregunté riendo y él bufó.
-Vamos, antes de que te baje a patadas- respondió enfadado.
-Okey, okey- y lo seguí escaleras abajo hasta llegar al sótano.
Cogimos nuestros respectivos guantes y nos cambiamos con ropa deportiva, yo llevaba un top corto y unos pantalones de boxeo y él solo llevaba los pantalones de boxeo. Subimos al ring y empezamos a pelear.
Al principio ninguno iba ganando, pero entonces él se me acerco y yo retrocedí.
-¿Tienes miedo belleza?- preguntó arrogante.
Me iba a dar un puñetazo en la cara cuando lo esquivé, me puse detrás de él y le di una patada detrás de sus piernas, haciendo que él quedara de rodillas en el suelo, lo cogí del pelo mientras él hacia muecas de dolor, me acerqué a su cara.
-Yo no le tengo miedo a nada ni a nadie- y lo golpeé en la cara haciendo que se quejara de dolor.
-Te has pasado- se quejó él.
-Eres un niño, que no sabe luchar- me reí y le ayudé a levantarse, pero cuando lo estaba haciendo me tiró en el suelo y me empezó a hacer cosquillas.
-Pa...para... por... fa...favor- decía yo entrecortadamente por la gracia.
-¿Quién es el mejor?- preguntó sonriendo.
-Y..yo- dije riendo y él no paraba- va...vale...e...eres...tú- y entonces él paró.
-Lo sé- dijo él levantándose y marchándose del gimnasio.
-Será imbécil- susurré para mí.
-¡Te he oído!- gritó Iván.
-¡Era a propósito!- le grité de vuelta mintiéndole y me levanté.
Estuve todo el día en el gimnasio encerrada, hasta que el ruido de mi barriga me advirtió que no aguantaría más sin un bocado de comida. Subí a la cocina y me encontré con la escena más graciosa que vi en mi vida. Miguel e Iván comiendo del mismo helado con cucharas grandes y viendo una película de amor. No lo pude aguantar y me puse a reír como loca.
-¿Qué pasa?- dijo Miguel mirándome interrogante mientras yo me revolcaba por el suelo riendo.
-Niñitas, si queréis cuando termine la película hablamos de chicos- dije imitando una voz chillona de niña.
-Serás estúpida- dijo Iván sonrojándose.
-Sí, si- vacilé haciendo un movimiento con la mano- ¿Qué estáis viendo?
-A tres metros sobre el cielo- respondió Miguel sin prestarme atención.
-Pues me apunto- dije quitándole el helado y comiéndomelo yo.
-Eh, eso era mío- se quejó Miguel.
-Ahora ya no- repliqué prestándole atención a la película.
La chica estaba hablando por teléfono con H diciéndole que sus padres la habían castigado, él le pedía que se escaparan juntos... ¡O qué romántico!
-Aquí hay algo que apesta- canturreo Iván.
-No sé quién será- se burló con ironía Miguel.
-Ya cállense niñas, ya me voy- me quejé levantándome para darme una ducha.
-Que peste, que peste, tuberías flojas- dijo Iván cantando como en el anuncio y tapándose la nariz mientras Miguel lo imitaba.
- Parecéis más chiquillos que yo- dije apuntándolos con un dedo.-------------------------------------------------------------------------------------------------
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Sin piedad
ActionYo, una chica con una vida un poco distinta a la de los demás. ¿Qué es lo que diferencia a mi familia de la mayoría de la gente? Sencillo, no nos afecta para nada la muerte de los demás, eso si, si alguien mata a alguien de nuestra familia, tengan p...