Me encontraron

169 13 1
                                    

-¿Te gusta lo que ves?- me preguntó sonriendo de lado.

-Claro que me gusta, ¿Cómo no me va a gustar?- respondí- por dios, eres perfecto.

-Tú también- me alagó besándome, él ya se había vestido-Nos vemos más tarde- me beso otra vez, pero esta vez más largo y profundo.

Al irse lo oí hablar con alguien, por lo que Lucia ya debería de estar despierta, pobre... Me vestí lo más rápido que pude y salí.

-Peque- la llamé y ella vino corriendo a abrazarme.

-¿María sabes qué?- dijo dando saltitos emocionada, no entiendo como los niños tienen tanta energía por las mañanas, por dios son las 8.

-Dime cariño.

-Noel me dijo que también encontró a su princesa y dijo que eras tú- chilló emocionada y yo reí.

-¿Eso te ha dicho?- le pregunté sonriendo.

-Sí, ahora os tenéis que casar, vivir en un castillo, y pedir a la cigüeña que os traiga muchísimos bebes- dijo contenta.

Le preparé el desayuno y la dejé comiendo mientras yo le enviaba un mensaje a Noel.

"¿Así que soy tu princesa príncipe Noel? Según Lucia tenemos que casarnos; vivir en un castillo y pedir a la cigüeña muchos bebes. jajajaja pobrecita, es tan inocente que me enamora.

Tengo ganas de tener otra noche salvaje como esta.
María"

Puse la televisión muy alta y le dije que no saliera del comedor, ella como buena niña me lo prometió y yo me fui a ver a ese chico.

-Chico, hoy es el día, si me respondes todo lo que quiero podrás salir de aquí con vida si no saldrás de aquí muerto, pero saldrás que esto es lo que cuenta.

-¿Qué quieres saber?

-Así me gusta que colabores, haber... ¿Cuáles son vuestros planes?

-Destruir de las mafias más flojas a las más fuertes ¿Cómo te llamas tú, de que mafia eres?- me preguntó y como se que no lo dejaré vivo se lo digo.

-Maria Colis- le digo.

-Vosotros sois los últimos- dijo seguro.

-Yo soy de mi propia mafia, no tengo nada que ver con mi familia, por lo tanto, yo soy la última y antes de morir, acabaré con toda esta mierda- le dije- ¿Cuántas personas hay en la casa cerca de Reinbou?- cuando le pregunté él palideció.

-¿Cómo sabes eso?- me preguntó.

-Aquí las preguntas las hago yo, respóndeme- repliqué, pero él no respondía nada, por lo que le corte su pecho, gritó como si le fuera la vida y me preocupé de que Lucia haya oído algo.

-Muchísimas, pero vigilando hay como diez- dijo con dolor.

-¿Siempre hay diez?

-Sí- respondió cayéndole las lágrimas.

-¿Cómo están distribuidos?

-Siete delante y tres detrás- dijo él.

-Okey me has servido de mucha ayuda y ahora la última pregunta y te puedes ir- él me miró esperanzado- ¿Cómo se llama el jefe de los dragones?

-Marius Claim- dijo él temblando.

-¿Tiene familia?

-No.

-¿Tiene alguna debilidad que lo afecte?- pregunté.

-Sí, hay una chica, pero siempre la tiene protegida a la máxima seguridad, está más protegida ella que la casa- dijo.

-¿Cómo se llama la chica?

-Elena Swan- me respondió.

-¿Sabes donde la puedo encontrar?

-Los sábados siempre va a tomar el té en una cafetería de allí cerca porque dice que no le gusta estar siempre encerrada- dijo él triste por haber traicionado a su grupo.

-Gracias por tus servicios- agradecí cínicamente sacando el cuchillo.

-Me dijiste que me dejarías ir si te lo contaba todo- dijo temblando.

-Lo sé, pero si no te mato yo, lo hará tu jefe- y así sin más le corté el cuello- Lo siento chico (más tarde, ya haré una limpieza profunda de esta habitación).

En un papel escribí todo lo que sabía, desde lo que él me había contado, hasta lo que yo había descubierto solita.

-Maria- sentí que gritaba Lucia con pánico.

Sin piedadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora