Dolor

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-Llama al jefe y dile que sabemos quien a raptado a la chica- dijo el que me tenía a así compañero

-¿Cómo sabéis que hemos sido nosotros?- pregunté

-Porque nadie sabía de este paradero y tengo que admitir que habéis sido inteligentes al raptar a la novia del jefe para despistarnos, pero no sois mas buenos que nosotros- dijo el del arma

-Jefe...nos han atacado...tres...si...tienen información de Elena...vale...te esperamos- y colgó, mierda esto no me da muy buena pinta

Nos ataron en unas sillas y nos desarmaron pero lo que no pensaban es que siempre llevaba un pequeño cuchillo muy diminuto escondido en el pelo y aprovecharía cuando sea el momento aunque creo que no lo será hasta después de que nos llenen de golpes

-Jefe- dijeron los dos a la vez y entonces yo levanté la vista

-¿Pero a quien tenemos aquí?- dijo mirándome con asco- Maria Colins, tu padre estará muy contento de saber sobre mi otra vez- dijo sonriendo sínicamente

- A mi familia la dejas en paz, esto es entre tú y yo- le dije mirándolo con odio

-Y...- dijo mirando a Miguel y Ivan- ¿Pero qué es esto?, no me lo puedo creer, ¿enserio solo has venido con dos de tus hombres?-dijo mirándolos con asco, entonces me miró otra vez a mi- Tú fuiste la que me llamaste ¿a que si?- me preguntó pero yo no respondí- RESPONDE- me gritó y me dio un puñetazo haciéndome tambalear con la silla

Yo me mantuve recta y escupí la sangre que me caía de la boca, cabron, esta me la iba a pagar

-Esto lo pagaras muy caro Marius Claim- le dije amenazándolo y él me miro asombrado

-¿Como sabes mi nombre?- preguntó y yo no le respondí- muy bien tu lo has querido

Se acerco a Ivan y le enterró el dedo a la herida de bala y el hizo una mueca de dolor para no gritar

-¿continuo?- me preguntó pero yo no hice nada

Con los chicos habíamos hecho una promesa que pasara lo que pasara, no demostraríamos debilidad ante nada y así lo hice, me dolía verlo con dolor pero no lo reflejaba en mi cara

-Veo que tu amigo te importa una mierda- dijo mirándome- ¿verdad?- me preguntó pero yo no respondí sabia que lo hacía rabiar- ¡QUE ME RESPONDAS!- me gritó enfurecido pero yo no hice nada

Se dirigió a uno de sus guardias- desátenla- les dijo y me desataron dejándome de pie pero sujeta por ellos

-Me vas a contestar las preguntas que te haga- afirmó y yo negué con la cabeza riendo- Eres como tu padre y tu madre una orgullosa de mierda y esto lo pagaras muy caro

No sé cuantos puñetazos me dio pero yo sonreía de todas formas, ¿me hacía daño?, claro que si, por dentro me estaba muriendo pero no haría nada

-Veo que no escarmientas, yo no me puedo creer como te hicieron tan fuerte porque de verdad te envidio, mis hombres son todos unos inútiles que a la mínima te traicionan- dijo enojado- Ponedla contra la pared- dijo y se fue sacando el cinturón ¡MIERDA! Esto sí que me dolería

Mire a los chicos que miraban todo lo que ocurría con los ojos muy abiertos y yo negué con la cabeza para que no dijeran nada y sabia que me harían caso. Ellos ante mi negativa aceptaron no hacer nada pero giraron la cabeza para no verlo y yo lo agradecí internamente. Entonces me llegó el primer golpe y arqueé la espalda pero no me salió ningún sonido de la boca y los ojos los tenia secos. No sé cuantos golpes me dieron con el cinturón pero no me notaba la espalda

-¿DONDE ESTÁ ELENA?-gritó desesperado

-En este momento ten por seguro que estará muerta, por hacerme esto- dije hablando como pude

Claim se me acercó y me cogió del pelo, me dio un buen puñetazo que me dejó tendida al suelo, me dolía todo pero no lo expresaría. Mis chicos no me paraban de mirar con culpa pero yo les sonreí

-¡Odio que no expreséis vuestras emociones!- gritó y yo reí internamente porqué lo sabía

Me dio no sé cuantas patadas y finalmente se fueron dejándome en el suelo llena de sangre

-Estoy bien...- dije como pude a los chicos para que no se preocuparan, pero la verdad es que prácticamente no me podía mover pero haría un esfuerzo

-Maria, oh dios, no estás bien ¿te has visto?, lo siento de verdad, tenía que haber actuado....- decía lamentándose Miguel

Sin piedadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora