LIBERTAD

En el presente, las cosas cambian

( en la foto Octavio)

Ella se concentro en la música. Era lo único en lo que podía pensar, iba a ser un día diferente y esta era la única forma de calmarse. Tenía los nervios revueltos en su estomago mientras desayunaba. Se vistió con uno de esos aburridos trajes que usaba en el trabajo y se prometió así misma comprar ropa diferente si el nuevo CEO era capaz de levantar esa estúpida regla sobre no dejar ver los tatuajes. Miro la foto de sus padres antes de salir y les dejo un beso con la yema de su índice.

A pesar de que fue un vistazo fugaz mientras se acomodaba lo reconoció de inmediato y se las arreglo para observarlo mientras el ascensor se llenaba. Estaba tan guapo. Alto, seguro de sí mismo. El pelo negro cortado  levemente desordenado, sus ojos azules la dejaba sin aliento como siempre. Su nariz recta perfecta y esa boca de labios algo gruesos y levemente anchos. Que besaba tan bien...Estaba concentrado en alguien pero no quería darse vuelta para mirarlo deliberadamente. ¿La reconocería? Habían pasado diez años. El estaba igual. Más maduro pero igual de atractivo. Trato de concentrarse en la música pero solo podía recordar cómo se sentía su boca, como se sentían sus manos en su piel. Entonces subieron los chicos de recursos humanos, los únicos amigos que tenía en la empresa. Rockeros como ella. Su refugio ante la sarta de arpías con las que trabajaba en el área de ambientación porque el idiota del ceo anterior nunca se digno a ascenderla a arquitecta aunque ella hubiera conseguido varias de las mejores cuentas a la empresa. La saludaron con su típico grito de ¡nena! Ella sonrió sin poder evitarlo y se acomodo para bajar en el piso de su oficina. Cuando se dio vuelta su mirada y la de él se encontraron. Ella le guiño el ojo antes de bajar. El sonrió con los ojos.

Si ese era su chico. Octavio.

La oficina estaba revolucionada. Todos decían que iba a haber grandes cambios. Que la empresa se iba a modernizar y a expandir y que el nuevo CEO estaba para comérselo. Claro que si, ella lo sabía, ella ya se lo había "comido" diez años atrás. Habían programado la reunión para las diez de la mañana. Entro a su oficina. Puso música y se concentro en el nuevo planeamiento del local que le habían asignado. Estudio los planos de nuevo, no le gustaba la distribución de las columnas y con el lápiz volvió a bosquejar sobre lo hecho.

_ Si pones vigas mas fuertes las columnas se pueden sacar..._ dijo una voz detrás de ella. Se dio vuelta para encontrarse con la sonrisa franca de Octavio. Ella cruzo la oficina y se abrazaron con fuerza.

_ Hola rara..._ dijo mirándola a los ojos

_ Hola nene de mamá_ dijo ella sonriendo.

_ Que linda estas Líber, los años solo hicieron maravillas con vos..._ dijo tratando de alejarse un poco porque seguían abrazados.

_ Bueno acá las chicas están locas con el nuevo CEO, dicen que estas para comerte y tienen razón_ dijo mientras se sentaban uno frente a otro.

_ Cuando papa me dijo que trabajabas acá no lo podía creer. Te juro que lo odie por no decirme antes_

_ en realidad entre por mi papá, trabajaba acá cuando fusionaron las empresas y cuando termine la facultad entre como asistente_

_ Si algo así me conto... tenemos mucho de qué hablar... pero ya es hora de la reunión. Tengo que hacer varios anuncios..._

_ ¿quién es tu segundo?_ pregunto ella

_ Esteban Viñas, eso estaba decidido desde que despidieron a Osvaldo Prom pero vamos a anunciar varios cargos nuevos, importantes_ dijo el tratando de no revelar demasiado con su tono de vos

_ bueno me alegro por eso, Prom estaba llevando esto al fracaso, discutíamos todo el tiempo, tenía ideas tan retrogradas que estaba alejando a todos los potenciales clientes nuevos_