Capítulo 33; La cruel verdad.

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Mangel

Alexby se acercó y dejó una roca sobre el montón de tierra, después de él seguimos nosotros imitando su acción. Ligeros sollozos y lamentos eran lo que se podía escuchar, elevé a mirada y al ver que Lana, con un elegante vestido negro pegado a su cuerpo y una sombrilla negra, se agachó y depositó una roca fui yo a hacer lo mismo.
Todos vestiamos de negro, dolidos por la perdida de un gran amigo. Dejé la roca y regresé a mi lugar, "Te voy a extrañar amigo." pensé.

Estaba amanceciendo, extrañamente veía el cielo más rojo de lo habitual, estabamos en el patio frente a la tumba de Cheeto. Rubius al ver que todos habían llevado una roca fue y dejó una antes de hablar.

--Perdimos a Cheeto, y no de la manera que nos hubiese gustado, aunque para ser sinceros ninguna nos hubiese gustado,-- suspiró y paso una mano por su frente --solo podemos decir que su última acción fue para salvar a uno de nosotros-- mire a Vegetta, quien había despertado y estaba apoyado en Willy para poder estar de pie --estoy tan orgulloso de él, y lo extrañare demasiado.

*Me duele su partida, no debió ser tan pronto, solo podemos hacer dos cosas; Honrarlo, recordarlo como el heroe que fue y que sin su heroíco acto, aquí habrían dos tumbas. Es doloroso ahora, lo sé pero podremos apoyarnos entre nosotros y salir adelante. Él quisiera que hicieramos eso.
La segundo cosa que debemos hacer es cumplir con las reglas y hacer justicia.

Alexby lloraba a mi lado, al escuchar eso elevó la vista y habló.

--Town va a pagar ¡Lo matare!-- todos lo miramos apoyando la idea pero ahora no debíamos hacerlo.

--Pagará por sus actos, nos aseguraremos de eso Alexby-- prometió Rubius --¿Deseas decirle algo?

Se acercó a las rocas y suspiro secando sus lágrimas.

--Él... él sabe lo que le tengo que decir-- cerró los ojos tratando de detener las lágrimas --solo quisiera decir frente a vosotros que prometo ser fuerte y no caer, eso es lo que yo quisiera si las cosas... fueran al reves. Yo... se lo prometí.

Me acerqué a él y lo abracé, apoyó su cabeza en mi hombro y siguió llorando en silencio.

--¿Nadie más desea decirle algo?

--Gracias compañero, te recordaremos por siempre-- dijo Vegetta haciendo un esfuerzo por mantenerse de pie.

Rubius nos miro preocupado, se agachó y del suelo levanto una cruz de madera donde estaba escrito "Abraham - Cheeto" y la fecha. Alexby se enderezó y miro a Rubius suplicando con la mirada que le dejará ponerla. En ese momento me pregunte donde estarían las tumbas de sus padres pues solo estaba la de Cheeto.

--Veníd-- Rubius estiró su brazo ofreciéndole la cruz.

Alexby caminó a pasos lentos hasta Rubius, tomó la cruz y se acercó al conjunto de piedras, buscó un lugar donde ponerla y la encajó entre ellas. Se apartó para observar como había quedado la tumba, la cruz quedó ligeramente recargada a la derecha, Alexby la observó y volvió a llorar.

Lana se acercó y, aún sosteniendo su sombrilla, lo abrazó con cariño, con ayuda de Luzu, lo llevó hacía la casa. Ví por última vez la tumba de nuestro amigo y suspire dolido, empecé a caminar junto con los demás.
Estaba lejos de casa pero en patio, Luzu y Willy había cabado la tumba desde hace unas horas.

Detrás de mi Willy y Vegetta caminaban con lentitud, tomándose su tiempo para que Vegetta no se lastimará pues seguía bastante mal. Willy y Lana le pidieron que no viniera y que se quedará a descansar pero él quería estar presente.

Rubius apresuró el paso hasta quedar a mi lado, nos miramos con ligeras sonrisas desanimadas.

--¿Ahora que?--pregunte mirando a Alexby.

Tres balas, tres disparos ¤ RubelangelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora