Capítulo 15; Luna.

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Vegetta

Nos acercamos al enorme y elegante portón, al lado de este había un hombre "cuidando" la entrada, pero en realidad estaba dormido.

--Buenos días-- Rubius lo sacudió del hombro haciendo que despertara lentamente --¿O noches?

Reímos y el hombre bostezó mirando al suelo.

--Lo lamento, ¿Qué necesitáis?-- aún no nos miraba, por lo tanto ignoraba que traíamos las armas apuntándole.

--Vinimos a visitar a nuestro amigo, el Duque Abel.-- dijo Rubius quien estaba más cerca del hombre.

--Lo lamento caballeros-- bostezo de nuevo y elevó la mirada --, él partió a...

Nos miro con pánico, sonreí al ver como trató de escapar pero Alexby disparó a su pierna haciendo que cayera.

--¡Que maleducado, eh chaval!-- dijo Staxx --No pensará no abrirnos y dejarnos afuera ¿O sí?

--Dejadme ir.-- suplicó tratando de arrastrarse.

--Yo lo mato.-- anunció Cheeto y disparó a su cabeza.

Luego miramos a Rubius quien ya estaba abriendo la puerta con las llaves que le robamos al Duque, de un empujón la abrió y nos miró sonriente.

--Bienvenidos a la Hacienda Azucena, el propietario es el buen Duque Abel. Lamentablemente no esta aquí ahora, para recompensar su ausencia pueden tomar todo lo que queráis y asesinar a los huéspedes.-- entró y le seguimos.

Lo que me llamó la atención enseguida fue la enorme fuente en medio del gigantesco jardín, me detuve a admirarlo pero un empujón me trajo de vuelta a la realidad.

--Vamos Vegetta.-- Luzu me apuró y solté un suspiro inconforme.

Seguimos avanzando con la guardia en alto, atentos a cualquier movimiento.

--¿Al entrar nos separaremos?-- pregunto Alexby enfrente de la puerta.

--Por hoy-- Rubius habló mirándonos atentamente --, podéis hacer lo que queráis.

--¡Sí!-- Town sonrió y con una patada abrió la puerta para entrar emocionado.

--Espero que no pierda la cabeza tío.-- dijo Willy detrás mío y sonreí.

--Que empiece lo emocionante.-- dije entrando junto a él.

Todos corrieron a diferente direcciones, los disparos y gritos ya llegaban a mis oídos.

--Subamos.-- pidió Willy al ver unas escaleras a la derecha.

Ascendimos corriendo al segundo piso, de seguro aquí estaban las recámaras.
--Escuchadme Willy, vamos a trabajar en equipo-- él asintió emocionado y miro a su alrededor --, por aquí.

Me gire hacía una habitación que estaba a la izquierda.

--Mejor por ahí.-- dijo Willy y fue corriendo hacía la derecha.

--Willy.-- lo llame pero me ignoró, mejor voy con el crío.

Abrió la puerta y entró de golpe, el grito de una mujer se escuchó y Willy se puso pálido. Entré y me encontré con una mujer rubia desnuda en la cama ¿Qué coño? Supuse que recién salía de bañarse.

--¡Alguien ayúdeme!-- Willy me miró y yo a él, nos encogimos de hombros como restándole importancia.

--Vamos compañero.-- dije y apuntamos hacía la chica al mismo tiempo.

Le disparamos en repetidas ocasiones, parecía que se convulsionaba. Willy fue el primero en parar y me miro con una sonrisa.

--Bien hecho compañero.-- me felicitó. Se acercó a mi y sonreí al ver sus intenciones.

Tres balas, tres disparos ¤ RubelangelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora