Se acercó, me agarró brutalmente de mi brazo y me empujó.
-¡Tú no me dices que hacer!- gritó con furia-¡Ahora irás a comprar cerveza!- prácticamente me empujó fuera de la casa, pero logré safarme de su agarre y volví a meterme dentro.
Pero mi libertad no duró mucho, sentí como me sujetaba el brazo y me tiró al suelo.
-¡Estoy harta de tí!- me empieza a patear-¡¡No sirves para nada!!- me patea en las costillas, mientras grito de dolor.
-¡Mamá basta!- supliqué, pero era inútil.
De un momento a otro dejé de moverme y ella se me acerca cuidadosamente, pude sentir su respiración rozar mi rostro,justo en ese momento aguanté la respiración, sentí como me sacudió levemente el hombro.
-¡Daniel!-mi hermano salió de su cuarto.
-¡¿Qué?!-abrió torpemente la puerta.
-¡No se que le pasa, ya no se mueve!-grita mi madre.
Escuché como bufaba molesto y venía hacia mí dando grandes zancadas. Sentí como sus grandes zancadas terminaban a unos metros de mí y suspiraba molesto.
Se acerca a mí y sentí como apoyó su pie en mis costillas, me aguanté el dolor y sentí como me movió con su pie.
Suspiró frustrado, se agachó y aproveché el momento para empujarlo, el se tambaleo hacia atrás mi madre trató de agarrarlo pero perdió el equilibrio y ambos cayeron al suelo.
Aproveché el momento para correr.
Bueno tratar de correr por que mis costillas lastimadas no me dejaban caminar bien.
Corrí a mi cuarto y cerré con llave la puerta.
-¡Scarlet!- golpeaba la puerta con sus puños.-¡Abre en este momento!-gritó con fuerza.
-¡Apártate mamá!-gritó Daniel
Me sobresalte al ver como la puerta por poco se cae.
Está usando todo su cuerpo para derribar la puerta.
Me apoyé en una esquina de mi cuarto.
Esto se está saliendo de control.
Sin pensarlo llamé a Theo, el cual no tardó en contestar.
-¿Problemas en el paraíso?- rió por su broma, pero luego escuchó mis sollozos-Scar,¿Estas bien?- se oía preocupado.
-Ya no puedo más- lloré sin parar.
-Cálmate, hermanita...- suspiró frustrado.
-Esto se salió de control- me toqué los labios y mis manos se llenaron de sangre.
-Voy para allá...
Me acurruqué en la pared llorando descontroladamente.
No puedo creer lo que me está pasando.
Me quedé un buen rato escuchando los golpes que daba mi madre a la puerta y sus gritos, acompañada de mi hermano.
Escuché un golpe en la ventana, era Theo que la estaba abriendo.
Bueno, intentando abrirla.
Yo no podía moverme, esta muy lastimada y triste para hacer cualquier movimiento.
Al fin Theo logró entrar y me miró con lágrimas en los ojos.
Se dirigió hacia mí y me abrazo fuerte.
-Esto no puede ser posible- susurré mientras lloraba en su hombro.
-Tengo que revisarte las heridas que te hizo- me dijo mientras me ayudaba a pararme.
Miró mi labio que estaba sangrando, mi brazo que estaba moreteado y quizo ver mis costillas, pero se lo negué.
-Déjame ver- suplicó.
-No - le dije mientras me lo tocaba suavemente con dolor.
-Déjame ver Scarlet- repitió
Me levanté la polera de forma que solo vea mis costillas, tomaba menos aire cada vez.
-¡¡Scarlet, tengo que llevarte urgentemente al hospital!!- dijo desesperado.
Lo miré confundida, volví a mirar hacia mis costillas para ver que tan grave estaba como para que vaya al hospital. Al ver la herida que me hizo me asusté y empecé a llorar más fuerte.
La parte donde estan mis costillas estaba hinchada, tenía una gran mancha morada y me dolía mucho.
-Puede que esté fracturada, hay que ir en este momento al hospital- me miró preocupado.
Mi respiración estaba disminuyendo de modo que tenia que respirar más rápido y fuerte.
Theo me ayudó a salir por la ventana y me cargó hasta su auto. Cuando arrancó el auto, vimos salir corriendo a mi mamá y a mi hermano detrás del auto.
-¡Acelera!- grité mientras recuperaba el aire de nuevo.
Theo aceleró rápido y la dejamos atrás.
-Hay que apurarnos,¿Scar, estás bien?- dijo preocupado.
Yo cada vez me sentía débil y no podía respirar mucho, me sentía mareada y mis ojos no podían quedarse abiertos.
-¡Scar, ya estamos llegando quédate despierta!- gritó mientras me sacudía el hombro, tratando de estabilizar el volante al mismo tiempo.
Yo me esforce en dejar mis ojos abiertos.
Theo frenó torpemente.
Un rato después escuche a Theo.
-¡Por favor, mi mejor amiga está allí en mi auto, parece que se fracturó las costillas, no puede respirar mucho!¡Ayúdenme, por favor!- gritándole a unos señores.
Sentí como unos brazos me sujetaban y no tarde en ver la puerta de entrada al hospital.
Luego él me miró, podía ver la angustia y el dolor en su mirada, podía ver cómo trataba de ocultarla con una sonrisa la cual parecía una mueca.
-Tranquila hermanita-trató de sonreir-vas a estar bien-noté como quería llorar pero trataba de aguantarse.
¿Tan mal me veo?
-Oh por dios-una de las enfermeras se tapó la boca con ambas manos, me miró estupefacta-¡Traigan una camilla!-todo el mundo me rodeo, me separaron de Theo y me pusieron en una camilla.
-Theo-logré mascullar, pero el dolor que sentía no me permitía hablar
Él se me acercó y me agarró de la mano.
-No te preocupes, aquí estoy-me sonrió.
-¡Rápido llévenla a radiografía!-el doctor grito preocupado-Se ve muy mal.
Sip, sabía debo parecer un monstruo.
-Pónganle oxígeno ¡ya!-sentí la mascarilla en mi rostro permitiéndome respirar mejor.
Pude ver cómo detenían a Theo en la puerta de entrada y nos separaban antes de que mis ojos se cierren y me inunde la oscuridad.
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¿Qué les pareció este capítulo? espero les haya gustadooGracias!!
Pd: el de la foto es Daniel.
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Alas del Cielo
FantasyEsta soy yo, una chica casi normal, cabello castaño, ojos verde esmeralda, por suerte no soy muy baja pero tampoco alta, de 17 años, seguramente te preguntarás: ¿Porqué casi normal? Simple: Soy un arcángel Bueno, en realidad primero no lo fui, luego...