Alas del Cielo

II

-¡Scarlet!- Theo trató de sacarme, pero mi madre no lo permitió.

Ella dió un portazo al cerrarla la puerta, encerrándome dentro, pude escuchar cómo cerraba con llave.

-¡Tú te vas de aquí!- oía los gritos del otro lado.

-¡No lo lastimes!- di puñetazos a la puerta tratando de salir.

Es inútil.

Escuché la puerta abrirse de golpe.

-¡Volveré por ti Scarlet!- gritó Theo esperanzado.

Suerte en eso.

Luego sentí el temblor de las ventanas por el portazo que pegó mi madre al cerrar la puerta principal.

Me apoyé en la pared de la ducha y me fuí deslizando hasta llegar al suelo.

Siempre lo mismo.

Me toqué las heridas que me había hecho mi madre, tenía 5 cortaduras en mi brazo, 3 estaban sangrando y podía notar los moretones de sus dedos por mi brazo.

¿Qué hice yo para merecerme esto?

Nada, yo no hice nada, pero así es la vida.

Después de 2 horas de estar llorando, escuché un golpeteo en la ventana del baño; me limpie las lágrimas y moví el basurero, lo puse debajo de la ventana y me paré sobre este.

Vi a Theo.

Al fin.

-Scarlet, vine a sacarte de aquí- dijo susurrando mientras sonreía con ternura.

Logré salir, me abrazó y nos fuimos corriendo hacia el patio trasero.

- Muchas gracias hermanito- sollozaba mientras escapabamos.

No me di cuenta que Daniel estaba en la ventana de su cuarto que también tiene vista al patio.

Nos vio.

Diablos

Salió de la casa y corrió tras de nosotros, gritándonos.

-¡Scarlet!¡Ven aquí!- gritó Daniel desesperado y con furia.

-¡Ni lo pienses!-grité asustada.

Nos alcanzó e hizo caer a Theo, el cayó fuertemente y mi hermano empezó a golpearlo y patearlo.

-¡Daniel! ¡ Déjalo en paz, él no te ha hecho nada!- supliqué llorando.-¿Porqué lo haces?-le dije rendida.

Daniel seguía golpeando a Theo y él trataba de defenderse, se cubría la cara con sus brazos y gritaba de dolor.

Me acerqué a tratar de separarlos pero al agarrar a Daniel del brazo, este me golpeó en el cachete izquierdo y caí al piso.

Al tocar suavemente mi boca, la encuentro sangrando.

Nunca me había hecho esto.

Empecé a gritar, cuando divicé a mi vecino en la entrada de mi patio.

-¿Qué pasa aquí?- gritó asustado

- Nada que le interese- gritó Daniel enfurecido.

Theo se levantó adolorido, sujetandose el brazo, estaba sangrando su nariz y su boca.

-¡No vuelvas jamás!- le gritó Daniel a Theo

Theo me miró con tristeza, me abrazó y se fue.

- Estaré bien- le grité mientras lloraba.

El vecino se fue con Theo en brazos.

Lo miré a Daniel enfurecida.