Theo POV
Scarlett estaba parada frente a mi, yo le sonreía y ella hablaba de algo, pero de repente su rostro se tornó oscuro, sus ojos que una vez tuvieron brillo ahora me miraban con odio.
-¿Qué ocurre Scar?-fruncí el ceño.
Ella dejó de sonreirme, estaba enojada conmigo por algún motivo. Llevé una mano a su mejilla, pero apartó su rostro cuando mis dedos rozaron su cachete.
-Es tu culpa.-murmuró.
-¿Qué?-susurré.
-¡Se supone que me jalarías contigo!-gritó-¡Se supone que tú me salvarías!-lágrimas empezaron a salir descontriladamente de sus ojos.
-Pero Scar... yo...
-¡Tú me dejaste morir!-me apuntó-¡Pudiste salvarme del auto pero no lo hiciste!-su voz estaba quebrantada por el llanto-¡Se supone que me salvarías!
Me desperté sobresaltado, estaba lleno de sudor, respiraba agitadamente. Me senté sacando los pies de la cama, un enorme nudo se formaba en mi garganta, miré a mi mesa de noche donde tenía una foto de Scarlet sonriéndole a la cámara y yo tenía la cara llena de pastel, esa foto la tomaron el día de mi cumpleaños número 16.
El nudo en mi garganta se hizo aún más grande y terminaron saliendo lágrimas de mis ojos, comencé a caminar por mi habitación, frustrado.
Theo...
Su voz aún retumbaba en mi cabeza, sus ojos, lo asustada que estaba ese día, la forma en la que me miró en el momento en el que se dio cuenta que no lo lograría.
-¡Maldita sea!-grité agitando mis puños mirando la fotografía en mi mesa de noche.
¡Theo cuidado!
Había gritado cuando tiró de mi brazo para sacarme del camino del auto, ella me había salvado la vida, no se merecía morir.
¿Theo?
-¡Sal de mi cabeza!-tiré lo primero que vi frente a mí.
Me di cuenta que me había cortado la mano y que la foto enmarcada con ella estaba en el suelo tirada y rota.
Me agaché a recojer los pedazos, más grandes, pero empezó a salir mucha sangre de mis dedos.-Demonios.-gruñí yendo al baño para limpiarme la sangre.
Me sorbí la nariz al momento en el que me ponía jabón sobre la herida, mordí mi labio para que el dolor se concentre en otra parte y no me arda tanto.
Suspiré agotadamente, apoyando mis manos en el mesón del lavamanos.
-Te extraño tanto.-susurré cuando más lágrimas salían de mis ojos, empapando mis mejillas.
Toqué mi mano, recordando cuando había sostenido la de ella en el hospital donde le prometía que todo estaría bien. ¿Por qué tuve que mentirle? ¿Por qué las cosas salieron bien? ¿Por qué el maldito auto no frenó? ¡¿Por qué Scarlet no sobrevivió?!
Ella gritando...
Yo al otro lado de la calle muy lejos de ella...
El auto pasando sobre ella...
Todos gritando horrorizados...
El auto frenando...
La calle ensangrentada...
Yo gritando su nombre...Recordaba todo lo que había pasado y su maldito rostro no salía de mi cabeza, quería sacar esa imagen pero no podía... Ella no merecía morir así.
Recuerdo cuando la llevábamos al hospital, Damon conducía el auto a toda velocidad mientras que yo estaba atrás tratando de que ella no cierre los ojos, ella sabía que no lo lograría, lo supo cuando llegamos al hospital, donde la trasladaban en una camilla y yo corría a su lado.
Solo pasó una semana desde que todo esto pasó y hasta ahora no he logrado conciliar el sueño.
La extraño tanto que apenas presto atención en clases.
Es impresionante como alguien que entró a tu corazón , ahora ya no esté contigo y sientas un vacio total en tu corazón, como si al irse se lo haya llevado con ella...
Sollozo y escucho a mi madre subir a mi habitación, ella cuando me ve corre a abrazarme.
-Mira tu mano, cielo...-hundo mi cabeza en el hueco de su cuello, evadiendo su pregunta por completo.
-No es nada.-espeté.
Se separó de mí, frotándome los hombros.
-¿Theo?¿Irás o no a la escuela?-frunce el ceño-Sabes que debes ir... no quiero sonar como la mala del cuento pero yo sé que con lo de Scar...
-Me quiero quedar aquí-la interrumpí con la voz quebradiza
-Theo...
- ¡Que no mamá, estoy demasiado dolido como para pensar en la estúpida escuela; he perdido a mi mejor amiga de años ¿que no lo entiendes?!-me separo de ella frustrado y llorando con más intensidad, ella me miraba perpleja con una mano tapando su boca - Perdón má, pero no quiero me duele demasiado- sollozo sentandome en la cama.
- Esta bien cariño, quedate hablaré con la directora, ya salgo a trabajar te quiero - se acerca y me besa la frente-Cualquier cosa me llamas.
Me quedo callado por unos minutos, mi madre ya se había ido a trabajar dejándome solo en casa.
Lo primero que hice fue cobrar fuerzas para salir, me vestí con la camiseta favorita de Scar, un jean oscuro y agarré una caja y metí unas cuantas cosas.
Salí hacia mi auto, suspiré recordando a Scar al lado mío riendo , solté una lágrima por tal recuerdo que ya no se repetirá.
Encendí el auto y arranque recorriendo el camino hacia el cementerio; no pude ir ni un solo día no tenía la fuerza suficiente no podía ir sin recordar todo lo sucedido.
Al llegar lo aparco y bajo con la caja que he traído dirigiendo al sector donde se encuentra la lápida; acercandome a la lápida veo rosas blancas secas, las tómo y las arrojo al basurero más cercano.
Me inclinó hacia la lápida, pongo una mano sobre ella mientras que cierro los ojos para recordarla por ultima vez no evito el llanto, me siento aún llorando.
Tomo la caja que traje y saco un ramo de flores púrpuras con manchas blancas en los bordes, los acomodo en su lugar, le riego agua y me siento acariciendo las flores.
- Estas eran tus favoritas mi Scar - digo con una sonrisa de lado.- ¿te acuerdas? estabamos paseando en las calles pero tú frenaste en seco al ver una florería, me hiciste entrar y comprarte miles de flores.-reí mirando su nombre en la lápida-Pero luego me regalaste una flor en específico. Me dijiste que esa era tu favorita debido al color, ya que es suave y reflejan pureza, te hacía sentir tranquila- empiezo a sollozar- y me dijiste que eso era cuando estabas conmigo - sorbí mi nariz mientras más lágrimas salen de mis ojos intensificando el llanto- Dios Scar ha pasado 1 semana perdón por ser un llorón pero te extraño y te necesito aquí conmigo- me agacho hacia la lápida y comienzo a acariciarla - Te quiero hermanita - susurro en ella.
-------------------------------------------------------No saben como me dolió escribir este capítulo...
Espero que les haya gustado los quiero ☆
ESTÁS LEYENDO
Alas del Cielo
FantasyEsta soy yo, una chica casi normal, cabello castaño, ojos verde esmeralda, por suerte no soy muy baja pero tampoco alta, de 17 años, seguramente te preguntarás: ¿Porqué casi normal? Simple: Soy un arcángel Bueno, en realidad primero no lo fui, luego...