-¿Es en serio?- una voz que no se me hacía conocida-¿ Por qué ella?- se quejaba, era una voz masculina, mas o menos de mi edad.
Abrí mis ojos lentamente, cegándome por una luz blanca.
-Silencio- se quejó otra, esta vez era una voz femenina, sentía como me sacudían el cuerpo.
-¿Crees que logre defender una mosca siquiera?- volvió a quejarse la voz masculina.
-¡Claro que lo hará!- replicó la mujer
Trataba de abrir los ojos pero no podía, no sabía que pasaba.
-La vamos a entrenar y se volverá fuerte ya verás- escuché la alegría de la voz femenina, parecía de uno o dos años mayor que yo.
-Al menos es bonita- dijo el chico.
-Silencio, se está despertando-se quedaron callados.
Me removí incómoda, sentía que estaba recostada sobre algo esponjoso.
-Buenos días bella durmiente- pude abrir los ojos y me encontré con la sonrisa de una chica.
-¿Qué...qué me pasó?- me llevé una mano en la cabeza.
¿Porqué me duele tanto?
-Te moriste- el chico se encogió de hombros.
-¡Ian!- la chica lo empujó-No seas tan torpe.
-¿Qué? Pero si es cierto Isis.
-Lo lamento- la chica me miró avergonzada-No le hagas caso a Ian está loquito- susurró.
-Te escuché- se cruzó de brazos.
-Ese era el punto- dijo seria.
Observé detenidamente la habitación donde estaba:
Paredes blancas, suelo de madera blanco, tenía pocos muebles, ventanas grandes que dejaban entrar la luz del sol, estaba recostada sobre un sofá, Isis e Ian me miraban curiosos.
Luego observé detalladamente a ambos adolescentes, los miré confundida y con ceño fruncido.
Isis, la chica tenía el pelo lacio,negro, era pálida, ojos claros.
Luego pasé a ver a Ian tenia pelo rubio-castaño, ojos celestes, un poco moreno y muy guapo.
-¿Ya terminaste de comerme con la mirada?-Ian levantó una ceja y me sonrió burlonamente.
Me enrojecí.
-Ian-dijo Isis entre dientes.
-Lo siento...- Ian me sujetó de los brazos- sientate, acabas de llegar, necesitas descansar.
-Gracias- me senté en el sofá.
- Te traeré algo de comer y beber-Isis me dio una cálida sonrisa antes de salir por la puerta de madera blanca.
-¿Qué ocurrió conmigo?- miré a Ian, el cual fruncía el ceño-¿Qué hago aquí?
-No te lo voy a decir- sonrió pícaramente.
-¿Por qué?
-Porque no tienes fuerzas para afrontarlo, estás muy débil...
-¿Es cierto lo que dijiste?- lo interrumpí
-¿Qué dije?
-Estoy muerta-tragué fuertemente.
-Eso no lo sé-se encogió de hombros, acercándose a la puerta.
-¡Ian!- lo llamé, para que no se fuera.
-Duerme, lo necesitarás-dijo antes de cerrar la puerta.
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Alas del Cielo
FantasyEsta soy yo, una chica casi normal, cabello castaño, ojos verde esmeralda, por suerte no soy muy baja pero tampoco alta, de 17 años, seguramente te preguntarás: ¿Porqué casi normal? Simple: Soy un arcángel Bueno, en realidad primero no lo fui, luego...