IX

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La de la foto es Dana( la novia de Damon)☆

Theo me dio una vuelta sobre mis pies y luego volvió a abrazarme, siguiendo el ritmo de la música lenta, por un momento creí haberme cruzado con la mirada de unos ojos azules, pero rápidamente descarté la idea.

Damon no puede estar aquí, con lo mal que se llevan Theo y él dudo que lo haya invitado.

-¿Te estás divirtiendo hermanita?-me susurró al oído.

Asentí apoyando mi cabeza en su hombro, pude sentir como sonreía.

-Prepárate, otra vuelta-me agarró de la mano derecha y me dio una vuelta, pero al terminar de girar sentí un cambio de manos que me sujetaban, estas manos eran suaves y tibias.

Fruncí el ceño y levanté la vista para ver a quién pertenecían las manos que sujetaban mis caderas.

-¡Oh por Dios!-ahogué un grito.

-No te asustes preciosa-él me sonrió burlonamente.

-¿Damon?-traté de zafarme pero no pude.

Espera un segundo... ¿estoy bailando con Damon?
¡Wow! ¡Estoy bailando con Damon!

Instantáneamente me sonrojé.

-¿Que... que estás haciendo aquí?-tartamudeé.

Él levantó una ceja, haciendo que sus ojos resalten.

-Yo solo vengo a bailar con la cumpleañera-se encogió de hombros.

-¿No deberías estar con Dana?-escupí con desprecio sin darme cuenta.

Genial, acabo de sonar como una novia sobreprotectora.

-¿Celosa preciosa?-levantó ambas cejas de forma divertida.

-No... es solo que... ella debe estar buscándote-traté de no sonar nerviosa.

-Ella está muy ocupada entreteniendo a tu amigo-busqué con la mirada a Theo, era cierto, ambos charlaban animadamente mientras se movían al compás de la música.

-¿Qué quieres de mí?-tragué fuerte.

-Solo quiero asegurarme de una cosa-se acercó más a mi.

¡Dios mío! ¿Me va a besar?

Cerré los ojos esperando el impacto de sus labios con los míos, pero eso nunca ocurrió.

-Sea lo que sea que hayas escuchado esa tarde en la habitación del conserje, no te conviene fiarte de nosotros-me susurró al oído, ocasionando que los pelos de la nuca se me erizaron.

-No... no sé de qué estás hablando-volví a tartamudear.

-Oh, preciosa, créeme que sí lo sabes-río sarcásticamente-y te conviene mantenerte alejada de nosotros.

-¿Nosotros?-fruncí el ceño.

-Si-me dio una vuelta sobre mis pies, volví a sentir el cambio de manos.

-¿Scarlet?-Theo agitó su mano en mi rostro.

-¿Si?-parpadeé varias veces.

-¿Estás bien? Te perdí por unos segundos, me estaba empezando a preocupar.

-No tienes de qué preocuparte-le di una falsa sonrisa.

-¿Enserio?-enarcó una ceja.

Te conviene mantenerte alejada de nosotros.

Las palabras de Damon resonaban en mi cabeza.

-¿Es Damon, no?- abrí mis ojos como platos.

-¿Como lo sabes?- me puse nerviosa.

Alas del CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora