COURTNEY:
— ¡Deja eso en su lugar, Wilwock!
— ¡No me grites! Hieres mis sentimientos —responde, dejando mi colección de CD en la cómoda de mi habitación. Pone una mano a la altura de su corazón y se sienta en mi cama, aparentando indignación.
— ¡Courtney, amiga mía de mi alma y de mi corazón! —la voz estridente de Zaira me hace dar un brinco en mi lugar y dejar de golpear el saco de boxeo.
— ¡Dile que no estoy! —susurro/grito a Nick mientras él ve muy atentamente cada póster en mi habitación. Él me sonríe y se gira a la puerta.
— ¡Dice que no está! —grita burlón.
— ¡Si serás imbécil! —recrimino. Él sólo rueda los ojos. La puerta de mi habitación se abre abruptamente, causando que ésta rebote contra la pared y Zaira aparece con pose de diva indignada.
— ¿Me estás evitando, Courtney Elizabeth West?
—Claro que no, ¿cómo crees? ¡Yo sería incapaz! —el sarcasmo es evidente en mi voz. Me seco el sudor de mi frente con el dorso de la mano y estudio su vestimenta. Su ajustado vestido brilla con un color plateado que se mezcla con púrpura según sus movimientos.
—Eres una insensible —entrecierra sus ojos y me observa de arriba a abajo—. ¿Por qué sigues en esos malditos trapos? ¡Y estás toda sudorosa!
— ¿Perdón? —parpadeo perpleja. ¿Desde cuándo viene a decirme cómo debo lucir?
—No, no te perdono. Ve a cambiarte ahora mismo —me responde en una orden.
— ¿Para qué? —bostezo, moviendo mi cuello de un lado a otro.
— ¡¿Cómo que para qué?! —se exalta. Nick y yo damos un salto en nuestro lugar al escucharla—. ¡Para la fiesta de esta noche!
— ¡Oh, mierda! Lo olvidé, nos vemos allá —se despide Nick para después salir corriendo de mi casa. ¡Estúpido traidor!
—Si no quieres que yo elija qué ponerte —Zaira me sonríe maliciosa antes de continuar—. Será mejor que entres a esa ducha ahora mismo y estés lista en treinta minutos.
Corro al cuarto de baño, quitando las vendas de mis nudillos en el camino y me ducho en un tiempo récord. Zaira grita que me dé prisa y avisa que va a estar esperándome con mi hermana menor, Layla.
Elijo una blusa roja con negro de manga corta en cuello circular, falda negra de un largo por encima de las rodillas, medias negras rasgadas y botines del mismo color. Acomodo mi cabello suelto en ondas y coloco el piercing en mi ceja izquierda. Suelto un suspiro lleno de cansancio y bajo a la primera planta donde Zaira y Layla siguen platicando animadamente pero en cuanto me ven se callan inmediatamente.
— ¿De qué hablaban? —alzo una ceja, mirándolas con sospecha.
—De nada —responden al unísono. Entrecierro mis ojos, sin creerles, pero lo dejo pasar.
—Acabemos con esta mierda de una vez, Patterson —me encamino a la puerta con Zaira detrás de mí, tomo las llaves de mi auto y mi chaqueta del perchero.
— ¡No seas exagerada! ¡Será divertido!
—Lo dudo —resoplo irritada. Subimos al auto y conduzco a la dichosa fiesta.
(...)
La música se escucha a una cuadra de distancia, la casa es una enorme mansión de los padres ricos de algún miembro del equipo de fútbol, y a pesar de ser temprano, ya hay muchos idiotas medio desmayados por el césped con olor a vómito y cerveza. Zaira corre al ver a Bryan y yo voy directo a la barra para pedir una cerveza mientras busco con la mirada a Nick entre la multitud de cuerpos de pubertos sudorosos.
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Take The Risk
Teen FictionCharlie Evans, 18 años, sexy, mujeriego, arrogante y misterioso. Courtney West, 18 años, ruda, egocéntrica y misteriosa. Dos chicos tan iguales y diferentes a la vez. ¿Quién dijo que solo los opuestos se atraen? Ellos se conocerán... Todo cambia...