CHARLIE:
— ¡Eres asqueroso, Evans!
—No decías eso ayer en la tarde, nena —sonrío con insinuación y ella me lanza una papa frita con salsa de tomate, manchando mi mejilla. La limpio, sin perder mi sonrisa divertida.
— ¡No me recuerdes eso, pedazo de mierda! —los demás miran la escena divertidos. Lo que Courtney no quiere que le recuerde es que nos encontraron juntos, ya que nos quedamos dormidos. Courtney estaba encima de mí, abrazándome con brazos y piernas cual koala. Los muy idiotas nos descubrieron y nos tomaron fotos que nos encargamos de desaparecer no de la mejor manera. Aunque en realidad no saben lo que pasó para que termináramos durmiendo juntos. Solo de pensar en la manera en que Courtney se sintió contra mí, un agradable escalofrío me recorre. Sin embargo, eso no impidió que todos jodieran bastante con el tema. El desafortunado de Wilwock tendrá que comprarse un nuevo teléfono.
Al parecer West tiene algo con destruir teléfonos.
— ¿Recordarte qué? —pregunto para fastidiarla. Sé que soy un cabrón, pero solo quiero molestarla y cumplir mi promesa de ayudarla a olvidar. Aun y cuando eso pueda ganarme una patada en la entrepierna.
—Solo cierra la boca, Evans —masculla molesta y lleva una papa frita entera a su boca. Me muerdo el labio inferior y le doy una sonrisa pervertida, ganándome una mirada aún más molesta.
—Si sigues jodiendo, Evans —se acerca, dándome la misma mirada intimidante que usa en el instituto, pero yo solo me mantengo viéndola con diversión—. ¡Te juro que te arrancaré el aro del labio de cuajo, a ver si así te callas de una maldita vez!
—Y... —hago una pausa en la que todos me miran, negando con desaprobación para que deje de molestar. Sonrío y me acerco a ella lentamente—. ¿Lo arrancarás con los dientes? Eso sería excitante.
— ¡Suficiente! —se levanta de la silla, haciéndola caer y me apunta con su dedo índice, amenazante—. ¡Más te vale que corras, cabrón! ¡Quiero golpear a alguien ahora y tú eres el único estúpido que sigue jodiéndome!
La ignoro hasta que veo como toma un... ¿sartén? Rodea la mesa para llegar a mí y sé que estoy en verdaderos problemas.
— ¡Corre, marica! —gritan Chase y Bryan al unísono. ¡Mierda! Me levanto y corro del lado contrario de Courtney, pero ella se me adelanta y salta la mesa para bloquearme la salida.
— ¿No vas a decir algo, Charles? —gruño enojado porque odio que me llamen así. Obviamente ella lo sabe y lo hace para molestarme.
Alzo los brazos, fingiendo rendición, pero tengo un plan, un grandioso y maravilloso plan.
—Me rindo, tú ganas —suspiro con fingida decepción. Ella sonríe, victoriosa y baja su "arma". Camino despacio a mi lugar, sin embargo, antes de llegar me desvío y corro hacia West para cargarla sobre mi hombro. Escucho las risas de todos a mis espaldas.
— ¡Bájame, imbécil! —golpea mi espalda y... ¡Joder! Mi piel hormiguea por la fuerza del golpe. Debo pensar antes de actuar, Courtney no es cualquier chica, no muestra debilidad, sino todo lo contrario. Pero aun así no la suelto y sigo caminando—. ¡Wilwock, ataca!
— ¡No soy tu perro, West! —se queja el aludido. Me carcajeo por el tono ofendido en su voz y lo miro sobre mi hombro.
—Te quiero, perrito —se burla Courtney. Él le saca el dedo medio, cosa que causa que West ría.
— ¡Ya váyanse de aquí! —nos grita Zaira—. ¡Quiero comer tranquila y ustedes solo me molestan!
—A la orden —hago un saludo militar y doy media vuelta. Al pasar las puertas dobles, Courtney se sujeta con fuerza, haciendo que pierda un momento el equilibrio. Logro hacer que se suelte y corro a la puerta principal.
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Take The Risk
Teen FictionCharlie Evans, 18 años, sexy, mujeriego, arrogante y misterioso. Courtney West, 18 años, ruda, egocéntrica y misteriosa. Dos chicos tan iguales y diferentes a la vez. ¿Quién dijo que solo los opuestos se atraen? Ellos se conocerán... Todo cambia...