Epílogo:

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COURTNEY:

—No entiendo porqué tengo que dar el estúpido discurso precisamente yo —me quejo por enésima vez. Resoplo hacia arriba, apartando el colgante del maldito birrete verde.

—Porque ha sido la más sobresaliente de su curso, señorita West —repite mi profesor de literatura con cansancio. Observamos al director en el estrado dando la bienvenida a alumnos y padres—. Además, de no hacerlo usted, tendremos que llamar a la señorita Morrison para que diga un discurso improvisado

Busco a Addy en las filas de en medio y ella une sus manos en señal de súplica, sabiendo de lo que hablamos. Parece que alguien tiene pánico escénico.

—Está bien —suspiro en derrota—. Pero no se queje si se me escapa alguna mala palabra

—Ruego a dios para que eso no suceda —hace un gesto dramático mirando al cielo nublado. Ruedo los ojos y jalo del cuello de la toga verde.

—Ahora, nuestra alumna, Courtney West, dará el discurso de motivación para nuestros graduados —anuncia el director con una sonrisa deslumbrante. Seguro el muy cabrón está feliz de deshacerse de nosotros. Pongo una sonrisa más falsa que los pechos de zorriMeghan y camino al estrado. El director Franklin me deja el lugar y se retira unos pasos atrás. Carraspeo y busco entre las primeras filas hasta enfocarme en una sola persona. Él me guiña un ojo y sonríe, alentándome.

—Bien, me debes una, rubia tímida —sonrío burlona, viendo a Addy y ella me observa aterrada. Le sonrío, tranquilizándola y comienzo—. Hoy, la mayoría estamos culminando una de las etapas más complicadas de un adolescente, la más decisiva y cambiante. Ya no somos aquellos niños inexpertos que llegaron hace tres años, somos jóvenes adultos que avanzaremos a la etapa más importante para un futuro, que nos hará madurar y conocer el verdadero significado de la vida, siendo humanos independientes haciendo lo que amamos

»Conocimos a personas importantes, desechamos a otras que no valían la pena y que truncaban nuestras metas. Nos superamos como estudiantes, reímos, lloramos y nos impacientamos —vuelvo a observar a Charlie y sonrío—. Pero una vez alguien me dijo que aunque nada al principio es fácil, al final, vale la pena haberlo intentado. Vale la pena estar aquí, asándonos en estos mald... trajes —parpadeo con inocencia al director y me dirijo de nuevo a los presentes, quienes ríen de mi desliz.

»Porque concluimos lo que iniciamos a pesar de todo lo que se interpuso en nuestro camino. Es un nuevo triunfo, hagamos que nuestra familia se sienta orgullosa de nosotros. ¡Hoy somos los estudiantes graduados de Soul Hills! ¡Los pronto nuevos universitarios, carajo!... ay, lo siento

Llevo una mano a mi boca y río por lo bajo. El director Franklin hace una mueca y me invita a bajar del estrado. Todos gritan y aplauden, hasta que él los hace guardar silencio.

—Le dije que no podría contenerme —digo al profesor de literatura al pasar por su lado.

—Vaya a su lugar, señorita West —menea su cabeza en desaprobación, sin embargo, sonríe. Palmeo su cabeza calva y corro a la última fila junto a Nick, escuchando su reprimenda pero solo lo ignoro y río, divertida.

—Deberías postularte como candidata a diputado o algo así, ese fue un gran discurso —Nick pasa un brazo por mis hombros y besa mi mejilla.

—Gracias, pero la hipocresía política no es lo mío —espeto con una mueca de asco. Él ríe, asintiendo y ambos ponemos atención.

—Agradecemos su discurso tan... motivador, señorita —hago una pequeña reverencia al director y él prosigue—. Iniciaremos con la entrega de certificados a nuestros egresados

Take The RiskDonde viven las historias. Descúbrelo ahora