Take The Risk

Capítulo 15:"¡¿Su qué?!"

ADDELA:

Acomodo mis gafas de pasta gruesa y camino por los pasillos con la cabeza gacha. Desde que Nick me arrastra con él y los chicos malos del instituto, he llamado mucho la atención, además de burlas acerca de ser la mascota de ese grupo al que no pertenezco. Y odio todo eso.

Entro a mi segunda clase mucho antes que cualquier otro y me siento en el pupitre al frente del aula. Los alumnos llegan y ocupan sus lugares, dejando libres los dos al final de la última fila como siempre hacen, ya que están apartados desde el primer año de instituto por los chicos malos. Sin embargo, Evans y West no llegan a clase.

(...)

Me retraso guardando mis cuadernos y libros en mi mochila mientras todos mis compañeros continúan saliendo hasta que el aula queda vacía. La puerta se cierra con un estrepitoso sonido y me sobresalto tanto que mis gafas caen. Me arrodillo, tanteando con mis manos frenéticamente para encontrarlas. El resueno de tacones me avisa que alguien se acerca y suelto un respingo cuando escucho el crack que hacen al pisar algo.

— ¡Ups! No te vi, Addelita —la voz de la mayor del trío de rubias me alerta. Se está burlando de mí, pero eso no es una novedad. Su risa aguda hace eco en el aula vacía—. Creo que tus otros dos ojos se rompieron.

—N–no importa —murmuro entre dientes, levantándome. Mis manos tiemblan cuando trato de acomodar los mechones de mis cabellos que caen a los lados de mi rostro.

—Tienes razón —acuerda con indiferencia—. No importa

— ¿Qué quieres, Meghan? —pregunto, tratando de enfocarla a través de mi visión borrosa.

— ¡Huy! La gatita sacó las uñas —siento su presencia frente a mí y logro enfocar su cara furiosa. Jala de un costado de mi cabello, haciendo que gima de dolor y espeta cerca de mi rostro—. Escúchame bien, nerd. Aléjate de Nick, él es mío y tú ni nadie me lo va a quitar.

—Yo no te estoy quitando nada —replico en un quejido.

—Te he visto, sé que has estado tratando de meterte con él, lo miras como una tonta, pero toma en cuenta algo, Addelita —da otro tirón a mi cabello y se acerca a susurrar en mi oído. Mis ojos escuecen—. Un chico como él, nunca... ¡Nunca! se fijaría en una poca cosa como tú.

Me suelta y se va, resonando sus tacones. Las lágrimas bajan por mis mejillas y las limpio con brusquedad, tragándome el sollozo que no tarda en aparecer. Soy débil, insegura e ilusa. Quizá ella tenga algo de razón y Nick solo me esté usando, pero ¿para qué?

Y Courtney y Zaira... ¿por qué me trataron como una más de ellos? Es decir, ¡Son grandiosas y pueden estar con quien ellas quieran!

Nick y Bryan son los capitanes del equipo de fútbol americano y baloncesto. Charlie es el chico más deseado junto a los primeros dos, además de ser el chico rudo y misterioso que atrae como lapas a todas las féminas, es mujeriego, sí, los tres lo fueron. Pero de un tiempo para acá, algo ha cambiado. Bryan ama con locura a su novia y no lo creo capaz de siquiera mirar a otra chica. Nick ha cambiado en cuanto reanudó su relación con sus amigas y Charlie no se ha visto con otra chica que no sea West.

Courtney. Ella me intimida con su sola presencia, la he visto golpear con saña y sin piedad, no solo a mujeres... ¡Hombres incluidos! También es una chica con la que cualquiera de los chicos soñaría estar, los he escuchado hablar sobre ella, pero ninguno se atreve a acercarse lo suficiente y mucho menos ahora que Evans la sigue a donde sea. Zaira es la más simpática y alegre del grupo, su popularidad se debe a su carácter fuerte y honesto. No se detiene a decirte lo que piensa. Es por eso que la actitud de todos ellos hacia mí me confunde.