Take The Risk

Capítulo 7: "¿Me extrañaste?

CHARLIE:

No había podido conciliar el sueño desde que todos subimos a dormir, había estado pensando en todo lo que Courtney estaba provocando en mí mientras observaba el techo blanco como un total perdedor al que le gustaba la ardiente chica insensible y esa atracción estaba volviéndose muy difícil de callar.

Es por eso que ahora estoy aquí, confesándole todo sin palabras, besándola, un beso lento y delicado, saboreando sus suaves labios rosados. Sin prisa, muy diferente a como suelo besar a cualquier otra chica, demostrándole que esto no es una jodida broma como ella piensa.

Ella se queda quieta mientras nos miramos a los ojos, esos ojos grises que puedo distinguir por la escasa luz de la habitación, me miran atentos, como si aún no se creyera lo que está pasando. Sé que en cualquier momento va a reaccionar y querrá mandarme a la mierda pero yo ya tengo mi respuesta con respecto a lo que ella siente, aunque sé que va a negarlo todo. Su no reacción me ha dicho todo lo que necesito saber.

Me aparto muy despacio, aún con mi cuerpo cubriendo el suyo, su espalda pegada a la puerta y mis brazos a cada lado de su cabeza.

—Charlie... yo... —casi quiero sonreír al escucharla balbucear, pero eso no sería muy inteligente de mi parte, a menos que quiera saludar el puño de Courtney con mi rostro.

—Shh —le interrumpo, colocando un dedo sobre sus labios—. No intentes negar nada, sé que tú sientes lo mismo por mí.

Le sonrío, orgulloso y acaricio su mejilla. West me mira furiosa y empuja mi pecho con fuerza, haciendo que pierda el equilibrio dando un paso hacia atrás lejos de ella.

— ¡¿De qué jodidos estás hablando, Evans?! —grita/susurra para no despertar a los demás

—Es más que obvio, nena —contesto sin inmutarme.

— ¿Y qué es más que obvio según tú? —espeta con desdén, cruzándose de brazos. Me acerco a paso lento a la puerta, donde ella está recargada de nuevo y le sonrío con suficiencia. West me mira entre irritada y frustrada, pero hay algo más brillando en esos ojos grises. Nerviosismo.

—Que yo tengo la razón —está a punto de protestar pero se lo impido, cubriéndole la boca con la palma de mi mano—. Ni se te ocurra decir algo. Lo sé, porque de no ser así, ya estuviera en el suelo retorciéndome de dolor.

Courtney se muerde el labio para esconder una sonrisa, seguramente recordando a todos aquellos imbéciles que recibieron una patada en las bolas por intentar algo con ella. Luego hace una mueca, como enojada con sí misma.

—Sabes que puedo hacerlo si quiero en este momento, Evans —sonríe con ironía. Le devuelvo la sonrisa y empiezo a abrir la puerta detrás de ella, haciendo que su cuerpo se estrelle contra mi pecho. Me acerco a su oído y susurro, pasando mis labios en una tortuosa lentitud por el lóbulo de su oreja que afecta también mi respiración.

—Pero no lo harás —y sin dejarla responder, dejo un beso en la comisura de sus labios, sonriendo satisfecho por su ligero estremecimiento. Salgo de la habitación con un nuevo pensamiento en mente.

Conquistar a la chica mala del instituto.