¿Quién dijo que seria sencillo?

Capítulo 16: Cálida tormenta de invierno.

Narra Lily.

Me encontraba limpiando toda esta enorme casa, mientras que Harry aun no bajaba de la habitación, Sophia mordía unos juguetes de goma mientras me miraba barrer cada rincón de la sala de estar.

Mire el reloj que estaba colgando el cual indicaba las doce del día. Una estúpida risa se coló por la escalera en compañía de un rizado completamente despeinado.

Tome a Sophia mientras lanzaba un bufido. Había pasado una semana desde el problema con Harry, en donde nos prometimos que no nos celaríamos y que conviviríamos como personas civilizadas mientras viviéramos juntos, claro todo esto era por Sophi.

No es que me pusiera celosa de la rubia despampanante, pero totalmente operada, que trajo a casa pero molestaba lo grotesco que podía ser su atuendo con tal de llevarlo a la cama.

Sus ojos azules se fijaron en los míos para luego poner voz de estúpida y hablarle a Sophia.

- Que linda bebé!–Chillo con voz irritante.

Sophia solo giro la cabeza para no verla y ella hizo un falso puchero a Harry quien ya le tenía abierta la puerta.

- Fuiste espectacular anoche–Murmuro para prensar sus labios sobre los de él.

Rodee mis ojos al verla tan desesperada por repetir una vez más. La verdad es que se me revolvía algo extraño en el estómago pero preferí no darle importancia, de todos modos Eric había conseguido mi teléfono móvil y durante toda la semana nos habíamos estado mandando mensaje, él era muy caballero y educado, todo lo contrario al ojiverde que solo molestaba.

Harry recibió el beso para luego cerrar la puerta y mirarme.

- Qué?–Pregunto divertido.

- Deberías buscar algo mejor–Comente acida.

- Mejor? Estaba bastante buena y enferma–Fingió un puchero.

- Enferma?–Ironice–Debes dejar de ser tan adicto al sexo, Harry.

- De verdad tenía que cuidarla–Se burló estirándose dejando ver su marcada V.

Puto, maldije mentalmente.

- Sí, claro seguro... Se notó que tu polla es medicinal–Bromee.

- Bueno, que puedo decir–Comento egocéntrico–Las chicas quieren una buena inyección.

- Oh por favor, detente–Rodee los ojos ante su comentario.–Eres un vulgar.

- Pero así me quieres–Se río para luego besar mi frente.

++

Pronto se venía la cena de acción de gracias por lo que le insistí a Harry que se bañara y me acompañara al centro comercial, ya que habíamos invitado a su familia y quería recibirlos con una espectacular cena para demostrar mis dotes culinarias.

Nos encontrábamos en la parte de las verduras, Harry había dejado en el asiento del carro a Sophia que jugaba con unas llaves falsas, ya que hace unos días había perdido la original teniendo que Harry ir a la concesionara del automóvil a pedir una extra, cabe destacar que Harry no conduce una kia o Mazda sino que una enorme Land rover. En resumen un embrollo demasiado grande el cual lo hizo enfadar aún más al yo encontrar las llaves antiguas en la cuna de Sophia, de solo acordarme me daba risa.

- Por qué tanto verde?–Se quejó.

- Porque haré distintas ensaladas, quiero que el pavo tenga distintos matices y esto me ayudará.–Explique aun en lo mío.