Dos meses, habían pasado dos malditos meses desde que tan sólo me podía conformar con las llamadas de FaceTime que Gemma hacia cuando iba a visitar a Sophia. Cada vez le veía más grande y lloró más de alguna vez al verme a través del aparato sin poder sentirme abrazándola o levantándola en mis brazos.
Aquello dolía, pero no tenía mayor opción. Durante ese tiempo había intentado hablar con Lily pero nuestra comunicación con costo podía llamarse así, solo me informaba cómo estaba Sophia en el jardín o para "agradecerme" el regalo de navidad, el cual consistía en un automóvil que lo manejaba ella a través de pedales mecánicos.
Para la noche de año nuevo, pese a que estábamos a millas de distancia intente llegar antes de la doce pero el vuelo se atrasó y llegue pasado las tres de la mañana, encontrándome con una malhumorada pero hermosa mujer en pijama. Pese a que intente aprovechar lo más que pude ese día a las dos tenía que tomar nuevamente un avión rumbo a Newcastle en unas horas más. Lily paso de mí durante todo el día y la llegada de mi madre aminoro un poco lo incomodo que se sentía ese ambiente que antes era mi preferido.
Dos meses, dos malditos meses sin sentir su cuerpo, sus caricias, sus besos. Y pese a que durante la gira estuvimos rodeados de chicas no intime con ninguna, prácticamente mi vida se basaba en ensayar, cantar y volver al hotel para revisar antiguos videos de Sophia dando sus primeros pasos mientras Lily reía siguiéndola.
Joder, esto me estaba matando.
Cuando dimos el último concierto cerca de Irlanda, el tipo del sello discográfico tuvo una breve reunión con Liam por lo que a la hora de almorzar todos nos juntamos a hablar.
- Y bien?–Pregunto Louis.
- Viajaremos a Norte América! A toda Norte América–Exclamo mientras todos aplaudían emocionados.
- Eso... Eso cuánto tiempo es?–Pregunte algo distraído.
- Por lo menos unos seis meses, pasaremos por distintos Estado así que...
Había dejado de escuchar lo que Liam decía para ahora tener nuevamente en mi cabeza la sonrisa de Sophia colándose por mi cabeza, me disculpe un momento para salir del restaurante a fumar un cigarrillo. Aquel vicio se había transformado en mi fuente de inhibidor de la ansiedad, era la única forma que conseguía calmarme.
- Qué ocurre?–Alcé mi vista al rubio.–Es por lo de la nueva gira.
- No sé si quiera hacerlo realmente–Murmure llevando el cigarro a mi boca.
- No hay mucho que perder, Harry–Aconsejo.–Nos triplicaran los ingresos porque dicen que cada vez nos volvemos más famosos, no es ese acaso el sueño que siempre tuvimos.
- Siempre... Siempre antes de Sophia, antes de la muerte de Ed y Ellie, antes de conocerla...–Murmure abstraído viendo como el viento primaveral remecía los viejos arboles de la avenida.
- Pero no los has dejado ya?–Le mire enojado–Mira, no quiero discutir contigo nuevamente por Lily porque...La verdad es que te debo una disculpa.
- Qué?–Fruncí el ceño.
- Sí, estos dos meses me he dado cuenta que realmente le quieres–Se hundió de hombros.
- Por supuesto que la quiero, joder. Ni siquiera dimensionas cuanto malditamente la quiero–Conteste pisando el cigarrillo.
- Por lo mismo, creo que... Creo que deberías declinar a la gira si realmente crees que eso es lo necesario–Respondió.
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¿Quién dijo que seria sencillo?
RomanceLily es una famosa pastelera la cual la vida no la ha tratado lo sufientemente bien. Gracias a la ayuda de su mejor amigo logro salir adelante, pese a todas las adversidades. La llegada de alguien especial hará descontrolar todas las normas de vida...