Capitulo 12

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JAMES

Al inicio, sólo había silencio. No me atrevía a mirarla directamente por una razón: me sentía culpable. Durante la última semana procuraba evitarla, pensando que eso volvería las cosas mucho más fáciles. Ahora, al verla justo aquí frente a mí, es cuando me doy cuenta de que fue exactamente lo contrario.

Resulta extraño, el hecho de que verla me parezca incómodo. Entre nosotros jamás ha existido algún momento parecido, pero ahora... ahora no sé cómo hablarle. Es por ello, que cuando pronuncia la primera palabra -después de un tenso silencio- me siento infinitamente agradecido y al mismo tiempo aún más culpable.

-Supongo que te preguntas el por qué estoy aquí ¿cierto?

-Me sorprende un poco, si le soy honesto -dije. Sus labios formaron una línea delgada.

-Sabes bien que puedes hablarme sin tanta elegancia.

Me miró y noté algo extraño en sus ojos. Una emoción que nunca antes presencie estando a su lado. Desesperación. Me arrepentí inmediatamente de hablarle con tanta formalidad.

-Lo sé -murmuré.

Un nuevo silencio se instaló entre nosotros. Detestaba esta situación pero, a la única persona que puedo culpar, es a mí. La vi removerse incomoda sobre la cama, al parecer, también le afectaba lo que sucedía. Finalmente, se levantó de la cama, incapaz de permanecer un segundo más sobre ella.

-Escucha, James. Vine aquí con una única razón -habló -. Quiero saber que ocurre, ¿por qué de pronto me evitas? No lo entiendo, y creo que merezco una explicación. Si realmente te importo...

-Me importas, mucho -interrumpí.

-Entonces ¿qué sucede? -no ocultó el tono de desesperación en su voz.

-Yo... -ni siquiera sabía que decirle, no existe una razón lógica del por qué de mi comportamiento -. Nunca eh querido lastimarte, de ninguna manera. Simplemente yo... yo eh estado ocupado últimamente. Las cosas en el pueblo no son fáciles.

Me observó detenidamente por unos minutos, ella me conocía a la perfección, así como yo a ella, es por eso que el mentirle me resulta bastante difícil. Era capaz de ver detrás de mis palabras, esa no era la verdadera razón. Puede que fuera parte de la verdad, pero no era una verdad completa. Ella lo sabía y aún así...

-Lo sé. Todos están muy aterrados -pronunció lentamente cada una de las palabras.

No sabía que responder a eso.

-James -susurró. Su voz dejaba entrever inseguridad y nerviosismo. Algo nada usual en ella.

- ¿Si? -pregunté con el mismo tono de inseguridad.

Lo que sucedió a continuación fue algo que nunca esperaría de su parte. Elena no es precisamente la persona más afectiva del reino, son raras las ocasiones en que denota cariño a alguna persona, por eso, en cuanto recorrió la distancia que nos separaba y me rodeó con sus brazos, no supe cómo reaccionar inmediatamente.

-Te extraño. Extraño a mi amigo, extraño las bromas y los momentos juntos -se separó unos cuantos centímetros para verme directo a los ojos -. Te extraño a ti

De nuevo, no sabía que responder. En todo el tiempo que llevamos de conocernos, pocas veces me ha dicho algo parecido. El que lo diga ahora, debe ser realmente significativo. Lentamente, salí de mi estupor y le devolví el abrazo. Ella no dice nada y yo tampoco.

La Heredera al TronoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora