Tentación Irresistible (Bechloe)

Cosa De Tres

Me desperté, abrazada a Chloe. Todos los malos pensamientos me volvieron a la mente. ¿Qué iba a hacer? No quería hacer sufrir a Chloe. La quiero. Quiero estar con ella a cualquier precio. Soy una tonta por haber hecho eso con Jesse, por pensar en él. Pero no podía quitármelo de la cabeza, aun que quisiera.

Miré hacia arriba y vi que Chloe estaba despierta, sonriendo. ¿Qué? ¿Sonriendo?

-Hola, Becs- Dijo. Me daba miedo esa sonrisa.

-Hola...- Contesté con miedo.

-Bonito día- Miró por la ventana.

-¿Por qué estás así ahora? Me vas a matar- Me levanté.

-Se me ha ocurrido algo. Algo que te encantará a ti, que me encantará a mí y que acabará con todo- Se levantó en frente mía y me besó. Esta vez sentí el beso alegre y con pasión.

-¿Qué es?- Sonreí.

-Una sorpresa- Sonrió y salió de la habitación. Me llenaba de felicidad que ella sonriera así, que estuviera tan contenta. Esa era mi Chloe y esta era yo, bajo las influencias de mi Chloe, una Beca alegre y directa. Esta sensación era maravillosa.

Bajé las escaleras detrás de ella, intrigada. Ella empezó a tararear una canción y se dirigió a la cocina. Se puso a hacer unos cafés y se puso unos auriculares. La miré desde la puerta de la cocina. Ella cantaba S&M de Rihanna y se movía. Sonreí. Vi como movía sus caderas, rápidamente, al compás de la música mientras cantaba. Me pegué a ella, moviéndome con su cuerpo. Chloe se quitó los auriculares y apoyó su cabeza en mi hombro, tirándola hacia atrás.

-A veces creo que tienes un problema de bipolaridad- Susurré. Paró de cantar y yo seguí pegando mi cuerpo a su espalda.

-No tengo ningún problema- Cogió los cafés, me aparté un poco y ella se giró, dándome uno.

-Lo parece. Has cambiado completamente- Sonreí.

-Me he dado cuenta de que siempre hay solución para un problema- Bebió un poco de su café.

-Y no me vas a decir cuál es la solución para este, ¿cierto?- La miré mal.

-Cierto- Dijo. Se alejó y fue a la parte de atrás de la casa, a sentarse a la terraza, al lado de la piscina y en frente del mar. La seguí y me senté a su lado.

Estuvimos un rato sentadas y tomándonos el café, mirando al mar. A veces miraba a su cara, para ver sus ojos y esa sonrisa, la sonrisa que hacía que brillaran sus ojos azules como nunca y que iluminaba todo a su paso. Nos acabamos el café.

-Chloe, no aguanto sin saberlo- Dije mirándola.

-Te gustará. Tú tranquila- Miraba al mar mientras me hablaba.

-¿Cuándo?- Quería saber al menos cuándo sería la sorpresa.

-Pronto- Se limitó a decir.

Yo me levanté y me arrodillé delante suya, para estar a la altura de su cara, ya que estaba sentada, y quitándole la vista al mar para que me mirara a los ojos. Sonreí al ver su sonrisa. Me acerqué a su cara lentamente y la besé. Esperaba poder tocarla esta vez. Me estaba desesperando sin poder sentirla. Ella siguió el beso. Notaba su sonrisa en sus labios y me encantaba. Abrí sus piernas cogiendo sus muslos con mis manos y me puse entre ellas, arrodillada. Dejé mis manos en sus muslos mientras la besaba suavemente. Noté que ella me rodeaba con sus brazos por la espalda y me pegaba hacia su entrepierna, tocándola con mi abdomen.