Dulce vida destruida. (editando)

Capitulo 6: Los contratos

Al día siguiente, Cosmo va a las 8:00 a.m. a las oficinas de W&T Leuxtonsso Industries y espera pacientemente en los cómodos sillones que tienen en la sala de espera, hasta que llegue Deuros, esperar no es algo que le agrade mucho a Cosmo por lo cual se impacienta demasiado tener que mirar al elevador hasta que entre Deuros. No tarda mucho, usualmente siempre llega más tarde que todos, o simplemente no va, después de todo es su empresa y hace lo que quiera, pero creyendo que Cosmo lo iba a buscar en su casa, decide salir temprano de ella para ir a un lugar aparentemente seguro.

Se abren las puertas del elevador y mientras Deuros estaba conversando tranquilamente con unos colegas, al ver hacia el fondo de su oficina, su expresión cambia por completo, se pone un poco más tenso y con una mirada muy seria; por otra parte Cosmo cuando lo ve esboza una media sonrisa que le inspira miedo a Deuros, pero este se mantiene calmado y se dirige hacia su oficina, detrás de él lo sigue Cosmo, al entrar, le pide que tome asiento, pero antes de que lo hiciera primero va a cerrar con seguro la puerta, pues no esta dispuesto volver a tolerar otra interrupción.

—Buenos días señor — saluda Deuros —¿cómo amaneció hoy?

—Buenos días, Deuros — dice devolviéndole el saludo — amanecí igual que siempre, tratemos de ser breves.

—Como guste señor.

—Necesito la información que prometiste conseguirme a cambio de los diez días extras para saldas tus deudas.

—Aquí tengo preparada una carpeta con posibles sujetos que están en problemas bastantes graves que quizá necesiten de la ayuda de los dioses — contesta mientras le entrega la carpeta — le sugiero que puede iniciar con Richard Desruisseaux, es un político importante, pero esta siendo investigado por desviar dinero del presupuesto público hacia otros asuntos que no estaban incluidos dentro del plan de desarrollo nacional y otros delitos contra el estado.

—Interesante — responde mientras lee la carpeta.

—Tendría que viajar a Francia, señor.

—¿Qué tan lejos esta de aquí?

—Una hora y media.

—¿No tienes algún caso que sea de aquí? ¿Qué tal tu? ¿No quieres hacer un nuevo contrato? Sólo que deberías aumentar el pago de las almas — pregunta levantando la mirada hacia Deuros.

—¡No! — contesta firmemente mirándolo fijamente.

—Muy bien, respeto eso — contesta retomando la lectura de los casos —ahora cuéntame sobre un caso en Andalama.

—Libor Laštovka, no creo que tenga un problema que no pueda solucionarlo con dinero pero podría intentarlo con él.

—¿Qué fue lo que hizo?

—Tiene alrededor de cincuenta denuncias por abuso sexual en los que se incluye violación y pedofilia.

—¿Cuánto dinero posee?

—Lo suficiente para comprar el silencio de las víctimas, comprar al juez, los jurados y cualquier abogado que lleve el caso de las víctimas.

—El feminismo no permitiría que ese tipo quede absuelto — exclama indiferente ante aquel caso.

—El dinero es poder, con suficiente dinero se tiene suficiente poder para hacer todo cuanto se desee.

—Hasta que se ven en una situación sin salida.

—De cualquier forma, ese es el único caso que conozco aquí en Andalama, los demás son fuera de la ciudad.

—Bien, intentaré convencerlo, agéndame una cita con él para...— Cosmo revisa su reloj para saber que hora es y poder llegar a tiempo a la cita — a las 10:00 a.m. está bien, si es conocido tuyo no dudará en dártela, di que es para Ivan Zuyev, inventa alguna excusa, que quiero invertir en su negocio o lo que sea, no digas que es para ayudarlo en su caso.