Capitulo 23: Entrenamiento

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Luego de que Hakim le ha dado una pequeña demostración de lo que es el poder de los dioses a Vita, ella se encuentra entrenando arduamente sus poderes, pero muy lejos de casa, una parte de Andalama que casi se puede considerar un desierto, haciendo caso omiso a las advertencias del libro y de las de Hakim, comienza a lanzar su poder para saber cual es su poder de destrucción, ya que para ella se le hace difícil ir a una "guerra" sin antes probar su material de defensa; causó varias explosiones hasta que se dio cuenta de que su poder se había agotado y es ahí cuando ella comienza a preocuparse, porque pensaba que el poder era ilimitado, así que trata de recordar todo, así que entiende que su poder vino de la tanen de Derek, que esa es la razón por la que los dioses tienen contratos, entonces lo único que debe hacer es conseguir otra tanen, aún cuando la idea de lo que tiene que hacer para conseguir más almas, le desagrada, para ella no habrá obstáculos que le impidan vengarse.

De alguna u otra manera, Vita logra conseguir a alguien y lo lleva hasta un callejón más o menos oscuro pero muy solitario, justo cuando el hombre esta de espalda, ella saca su pistola dando un disparo en la cabeza, aquel pobre hombre muere en el instante, Vita tira su arma y sale corriendo hacia donde está porque ve como va saliendo poco a poco su alma y trata lo más que pueda de atraparla, pero a pesar de que ya ha salido por completo, y se ha hecho esfera, por alguna razón que Vita no entiende, el alma no se le absorbe como sucedió con el alma de Derek, pasado el tiempo limite de espera del alma a que algún dios la absorba, finalmente desaparece a Supralunar.

Vita en su desespero toma nuevamente su arma y le descarga el cartucho de balas en el pecho de aquel hombre, llorando, no encuentra otra salida que invocar a Hakim.

—Ine okiwa Hakim —dice Vita gritando, en eso aparece al momento Hakim.

—¿Qué hiciste? —pregunta Hakim seriamente, después de haber mirando el desastre que ella había causado.

—Yo... yo... me acabe el poder... supuse que podía ir a buscar más... pero el alma no se absorbió —dice Vita casi sin poder hablar, tanto por los nervios así como porque esta llorando.

—¿Por qué no pudiste obedecer? —pregunta Hakim casi como si fuera un regaño —debías seguir las instrucciones que te di en el libro.

—Yo... yo... no lo sé —contesta Vita con voz de arrepentimiento.

—Las almas tienen reglas, no puedes quedarte con el alma de alguien que has matado, ¿hay algo que pueda relacionar la muerte de este sujeto contigo?.

—No.

—De todos modos no correré riesgos.

Hakim saca una pequeña porción de su poder para destruir por completo el cuerpo de aquel sujeto sin dejar rastro alguno, cuando termina, sujeta a Vita y se desaparecen para aparecer en el apartamento de Hakim, uno de los apartamentos con más lujos y excentricidades de toda Andalama. Va a la cocina, y le prepara un poco de té para que tal vez así logre calmar sus nervios.

—Ten —le dice entregándole la taza de té.

—Gracias.

—Vita, no puedes repetir lo que hiciste —a pesar de que Hakim tiene un modo muy serio cuando habla, esta vez lo dice de forma más calmada

—¿Por qué no me dijiste que eso pasaría?

—Porque esperaba que obedecieras —lo dice con un tono de decepción.

—Pues felicidades, no soy el tipo de chicas que obedecen a extraños, debiste preguntarle a tu amiguito, Cosmo.

A Hakim se le colocan los ojos muy amarillos, con unas ganas inmensas de golpear a Vita por lo que hizo, pero prefiere calmarse, después de todo, necesita de ella.

—Como quieras, allá tu si no quieres lograr tu objetivo, puedes irte cuando quieras —responde Hakim levantándose del sillón donde están sentados y se dirige hacia su habitación.

—Por favor discúlpame, no vuelvo a dudar de ti.

—Esta bien, te daré una tanen, dame tu mano.

Sumisamente Vita le da la mano, y se van a un lugar en el que Vita nunca ha estado, Hakim deja oculta a Vita mientras el va a raptar a una persona, cuando la consigue la lleva hasta donde Vita se encuentra.

—¿Estas lista? —dirigiéndose a Vita.

—Sí.

Hakim toma por el cuello a la muchacha y se lo tuerce, matándola en el acto, de ese modo no hay tanta sangre, espera que se forme la esfera, la toma y se la entrega a Vita, de esa forma hace que tenga al menos poder para enfrentarse a Cosmo.

—Espera, ¿eso es todo? ¿un alma? La anterior se consumió pronto.

—Pero porque la usaste demasiado, esa te servirá, sólo no la desperdicies.

—Por favor —dice Vita colocando ojitos de perrito.

—Ash... esta bien, sólo una más —torciéndole los ojos y se va a buscar otra victima.

La consigue, pero no tan rápido, lo importante es que la consigue, y repiten el mismo proceso.

—Muchas gracias —le dice Vita.

—De nada, ahora regresemos a Andalama, por cierto, ¿crees que puedas pedirle una copia del contrato a Cosmo?

—Sí, supongo que sí, tengo más o menos conocimiento sobre el derecho gracias a mi hermano.

—Consiguelo para mi.

Es lo último que Hakim le dice antes de regresarla a su casa. Vita entendiendo ahora un poco más sobre como funciona el poder de las almas sigue estudiando y entrenando arduamente hasta que se sienta lista para confrontar a Cosmo.

Dulce vida destruida. (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora