Dulce vida destruida. (editando)

Capitulo 26: Inicio del tanbarikh

Luego de haberle avisado a Greta para la colaboración del tanbarikh debe buscar a las trillizas pero debe esperar que Sophia termine la reunión que tiene con los altos mandos y llegue hasta donde él se encuentre para ir juntos donde Verlede, Kamlish e Idnina; Cosmo podría irse adelantando pero sabe que no le van a ayudar sin una autorización formal, las otras veces que Verlede lo ha ayudado fue por voluntad de ella de otro modo no lo habría conseguido.

Sophia sale de la reunión que tenia con Trems y Maísha, se va en busca de Cosmo, aparece en la habitación de él ya que supone que es ahí donde se encuentra él, y en efecto es ahí donde Cosmo la esta esperando.

—¿Estas listo? —es lo primero que dice Sophia al llegar a la habitación de Cosmo.

—Sí, vamos —responde Cosmo

—Tu has convivido mucho con ellas, tienes idea ¿de donde están?

—En los oráculos, siempre están ahí.

—Bien, vámonos.

Se van de camino a los oráculos, siendo varios lugares, específicamente 3, un oráculo para cada una pero unidos de cierta forma entre si haciendo que haya una colaboración armónica entre las tres. Cosmo y Sophia llegan exactamente en el punto medio de los 3 oráculos y de inmediato las trillizas notan su presencia.

—¿Qué necesitan? —pregunta Verlede.

—Quieren nuestra ayuda para crear un tanbarikh —responde Kamlish.

—Y es más que evidente que nos rehusamos —añade Idnina.

—Al parecer no podemos rehusarnos, tienen una orden de colaboración —menciona Verlede.

—En ese caso, vuelve a la pregunta inicial de Amira, ¿qué necesitan? —recalca Idnina.

Todo esa micro conversación fue en menos de 5 minutos sin que Cosmo o Sophia hubieran dicho una sola palabra.

—Eso nos ahorró mucha explicación —dice Sophia.

—Quieren saber quien fue el que hizo llorar a un dragón —responde Verlede a la respuesta de Binnaz.

—Exactamente mi querida, Verlede —contesta Cosmo mientras que ella se le queda mirando de reojo.

—Pudieron evitarse su visita, puesto que su sospecha de quien fue el quien hizo llorar a un dragón, están en lo correcto —menciona Verlede.

—Queremos estar seguro y no desperdiciar una orden de colaboración en un dios que no resulte ser útil para el trabajo —menciona Sophia.

—No se necesita ser Verlede para saber que el único dios lo suficientemente despreciable y cruel para hacer llorar a una criatura tan impotente es Khilaf —Asegura Kamlish.

—Se rehusará de inmediato —añade Idnina.

—Tenemos ordenes, no puede rehusarse —responde Cosmo al comentario de Idnina.

—No será tan fácil, aún así se rehusaran incluso teniendo esa orden en su cara — vuelve a decir Idnina.

—No puede, son ordenes directas de los supremos —comenta Sophia.

—Es Khilaf, eso no le importa — menciona Kamlish.

—Entonces tendrá que hacerle frente a los supremos —responde Cosmo con rabia.

—De cualquier forma, deberían intentar persuadirlo —dice Verlede.

—Antes de partir, Kamlish me podrías decir ¿dónde se encuentra Khilaf? —pregunta Sophia