Capitulo 11: En busca de más almas

26 5 0
                                    

Los señores Leuxtonsso llegan temprano a la Ciudad de México el motivo real del viaje es para conseguir las almas que faltan, pero su esposa, la señora Adina no lo sabe ella solo cree que son asuntos de negocios, tienen reservado un salón de conferencias para llevar a cabo la reunión con el señor Gustavo Veléz junto con su sequito de abogados y consejos; llegan justo a tiempo a la reunión.

—Cariño, tu conoces el funcionamiento de la empresa, el valor de sus acciones y todo lo que necesitas para que lo expongas en la conferencia de ahora — le dice Deuros a Adina.

—Claro que sí, pero de todos estarás para acompañarme.

—Yo necesito atender otros asuntos de vital importancia, por eso te pedí que me acompañaras en este viaje.

—...- Adina se queda callada por un momento– Pensé que entrarías conmigo.

—Por supuesto, sólo haré una breve introducción y luego dejaré que tu continues.

—Y ¿qué es eso tan importante que debes hacer que no puedes quedarte en la conferencia? — pregunta Adina mirándolo seriamente.

—Luego te cuento.

—No ¡me dices ahora! Porque justo detrás de esa puerta hay un posible gran inversionista el cual le va a parecer una falta de respeto que ni siquiera puedas atenderlo en persona

—Ya cariño, entremos, recuerda entremos con la mejor actitud y tu hermosa sonrisa.

—Deuros pero cómo me dices eso justo ahora, al menos debiste avisar, bueno, ya no importa espero que tengas una buena explicación para esto.

Ambos entran a la sala de conferrencias, Deuros vestido con un traje formal de color negro, camisa blanca, corbata negra igual que los zapatos, siempre formal y acorde a la ocasión; Adina viste un vestido formal de color blanco con detalles en negro, cabello recogido, bolso de color negro igual que sus tacones.

—Buenos días señores y señoras, les agradecemos su asistencia en el día de hoy — comienza su introducción Deuros — permítanme presentarles a mi esposa Adina Leuxtonsso, como sabrás que además de ser mi esposa es mi mano derecha en la administración de la empresa. Cada uno de ustedes se encuentra en este momento porque tienen el interés de si invertir o no su dinero en W&T Leuxtonsso Industries, bien esta industria no surgió al mercado de la noche a la mañana de lo contrario no estaríamos aquí, tenemos 45 años de estar en el mercado que fue cuando comencé con mi idea de negocio y estos son todos los frutos que nos ha estado dando, con la empresa hemos crecido de todas la maneras posibles y ha demostrado que es rentable, que el factor de perdida en dado caso de alguna inconveniencia esta muy por debajo de las ganancias que dejan por año, entonces comprenderán que su dinero estaría asegurado pero como en todo negocio, hay que arriesgar algo para poder obtener recompensa; a continuación los dejaré con mi esposa quien le explicará de manera detallada cada aspecto además de resolver las dudas que tengan, me disculpo por tener que retirarme del lugar pero tengo otros asuntos que también debo atender —dice Deuros terminando su introducción.

—Bueno damas y caballeros, continuemos con la presentación...

Cuando Adina comienza con su discurso, Deuros sale de la sala de conferencias, baja hasta el lobby para salir del hotel, sube al auto y le da las indicaciones al chofer para que lo lleve. Al lugar al cual pretende Deuros ir es demasiado privado razón por la cual no cualquiera puede llegar ya que es una de las mansiones de uno de los más grandes jefes de mafias del país, a mitad del recorrido se encuentran en con uno de los peajes que hay para llegar, donde se encuentra tres hombres armados para permitir o denegar el acceso.

—¿Nombre? —pregunta uno de los hombre mientras toca el vidrio de la camioneta negra con la punta de su fusil.

El chofer baja el vidrio de la ventana que esta del lado de la puerta en la que se encuentra el señor Deuros quien lleva puesto unas gafas oscuras, al bajar el vidrio se quita las gafas para que el señor lo reconozca, Deuros no tiene necesidad de decir su nombre porque ya lo tienen plenamente identificado. El hombre le hace una señal a sus compañeros para que los dejen pasar mientras él avisa a los demás que están en los otros peajes que dejen pasar al vehiculo negro que se encuentra en camino.

Dulce vida destruida. (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora