Capitulo 24: Dejar el orgullo

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Cosmo regresa a Supralunar, comienza a entender que todo se le esta saliendo de control y a pesar de lo mucho que odie admitir que necesita ayuda, este no es el mejor momento para ser orgulloso. Va directamente con Sophia, después de todo se supone que Hakim es su descendencia, comparten similitud de poder así que quien mejor que ella para saber como detenerlo, cuando llega la busca desesperadamente, preguntándole a cada tumishi que encuentre en el camino, hasta que finalmente uno le dice donde se encuentra exactamente Sophia. Cosmo se va rápidamente hasta la biblioteca, lugar donde le dijeron que estaba, no había ido directamente allá, porque generalmente no se encuentra allí, suele ir de vez en cuando para coordinar ciertos asuntos con Dara, sobre el orden de los libros, y los nuevos que deben ser escritos lo más pronto posible.

—Sophia, finalmente te encuentro, hay algo de suma importancia de lo que debemos hablar —dice Cosmo al verla

—¿Cosmo? ¿Te encuentras bien? ¿Qué te sucede? ¿Por qué estas tan agitado? —entre muchas otras de las preguntas que Dara la hace, ya que a pesar de la forma de ser Cosmo con ella, ella aun así se preocupa mucho por él.

—Sí, Dara, estoy bien, pero necesito hablar con Sophia.

—¿Sobre qué necesitas hablar conmigo? — pregunta Sophia muy calmadamente.

—Es sobre Hakim.

Se pudo admirar en el rostro de Sophia como palidecía solamente al escuchar el nombre de su descendiente exiliado, pero trata de mantener la compostura, y transmitir emociones que Dara pudieran notar como sospechosas, así que de la manera más formal que puede le pide a Cosmo que salgan de la biblioteca y vayan hasta su templo, en donde se puede hablar con más privacidad. Al llegar le pide a todos los tumishis que salgan de allí y que regresen cuando ella así lo solicite.

—¿Cómo sabes sobre él? No... no es posible... el hechizo... ¿Qué sucedió con él? —le dice Sophia a Cosmo casi sin poder hablar de manera coherente.

—Eso no es importante ahora, lo que importa es que lo sé, y que tiene un profundo odio hacia todos nosotros, en especial a los dioses orígenes por haberlo desterrado de su hogar natal.

—Y ¿qué pasa con eso? Ya lo sabía, siempre lo he sabido.

—Miles de años son más que suficientes para un dios con una extraordinaria inteligencia para planear su regreso y vengarse de aquellos que le hicieron daño en el pasado.

—¿Pero cómo? Sus poderes de dios se le fueron arrebatados antes de ser exiliado, sin eso no es nada.

—Pero su alma sigue siendo la de un dios, él sigue siendo un dios, por lo tanto sigue teniendo la capacidad de recolectar las almas que quiera.

—Cosmo, las almas tienen normas.

—Y él las sabe perfectamente, y las ha seguido también que ha recuperado tanto poder como el que tenía antes, incluso me atrevería a decir que quizás ha conseguido aun más poder pero no es suficiente como para que venga a enfrentarse a cada uno de nosotros.

—Entonces ¿por qué nos preocupamos? Seguro le faltaran muchas tanen's más para que pueda venir por nosotros.

—Es ahí donde te equivocas, encontró una semidiosa.

Por ese minímo momento es como si las pupilas de Sophia se hubieran cerrado por el miedo de esa frase.

—Cada dios, o semidios esta registrado entre los libros, además de que se había prohibido los embarazos, por eso Raina esterilizó a todos y cada uno de nosotros ¿cómo es posible el nacimiento de esa semidiosa? ¿y que se encuentre en la tierra en lugar de Supralunar?

Dulce vida destruida. (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora