Lauren estaba de muy buen humor ese día. Su sonrisa no se borraba con nada y se reía con cualquier cosa, además se la había pasado haciéndome bromas y jugando conmigo. Lo que impulsaba esto, es que después de que varias personas le pidieran una foto cuando fue a comprar comida y bebidas en un puesto cercano; nadie más se acerco a nosotras ni recibimos miradas curiosas de los presentes.
Aunque Lauren no lo decía, sabía que eso era algo que la había mantenido de buen humor. Claro, desde que se había despertado estaba así, pero eso solo ayudaba a conservarlo. Para ella pasar un día siendo alguien normal—fuera de su casa— se había convertido en algo sagrado.
— Lauren.
— Si...
— Tenemos que hablar— despegó la vista de su libro y se giró hacia mi—. Ayer no estaba pensando racionalmente, Dios, ni siquiera estaba pensando. Nada de lo que te dije es cierto, créeme, eres la mejor amiga que podría tener y sé que si no me lo dijiste es porque sabías que lo mío con Rebecca no iba a ningún lado.
— De todas maneras estuvo mal que no te lo dijera.
— Estuvo mal que Rebecca no me hablara de eso.
— ¿Qué paso ayer?
Su rostro se había suavizado, y su tono también. Se había quitado los lentes de sol y me miraba fijo a los ojos sin desviar la mirada.
— Fui al apartamento de Rebecca y la encontré con una mujer, que no era más que su esposa.
— ¿Hablaste con ella?
— Si, hasta me tome un café con su esposa— Lauren me miró tratando de decirme "sin sarcasmo"—. No me mires así, es cierto lo del café. Pero no le dije que estaba saliendo con Rebecca.
— No sé si eso es bueno o malo...
— Cambiando el tema, hace tiempo que te quería preguntar algo.
— Pregunta.
— Me da vergüenza.
— ¿Quieres saber cómo me masturbo?— casi me ahogo con lo que dijo y ella empezó a reírse de mi cara de susto.
— Ya, ya, cállate— y le di otro golpe en el hombro como siempre lo hacía y ella fingió dolor—. ¿No tienes amigos, Laur? Es que nunca te escucho hablar de nadie y tampoco te veo saliendo con ellos.
— ¿Te daba vergüenza preguntarme eso? — asentí y ella rió—. Y no, realmente no tengo muchos. Esta Louis, que no lo veo casi nunca porque siempre estamos en partes distintas del mundo. Y esta Normani, mi mejor amiga, que es modelo y está viviendo en Europa. Por último está Ally, que está en África haciendo cosas de caridad.
— Así que solo tienes tres contactos en WhatsApp...
— No, tengo cinco.
— ¿Ah sí, quienes?
— Los tres que ya sabes, a ti y a Obama.
Me gustaba el tipo de amistad que teníamos porque sentía que podía ser yo misma cuando estaba con Lauren, y una vez me dijo que le gustaba nuestra amistad porque yo la hacía sentir como Lauren y no como Lauren Jauregui.
—Pero, ¿no es cierto eso de que los famosos conocen a muchas personas?
— Tu lo dijiste, conozco a muchas personas. Solo que amigos, no tengo muchos.
— Ilumíname.
— Eso suena raro... Bien, cuando me comencé a hacer más famosa, mas personas se acercaban a mí y creía que todos eran mis amigos. Pero solo querían sus cinco minutos de fama, algunos eran enviados por sus representantes y a otros los conocía por casualidad y ellos aprovechaban. Si, había muchos con los que me relacionaba por publicidad, pero al menos ambos sabíamos que era así y la relación era diferente. Por suerte, la cosa más grave que "una fuente cercana" reveló fue que mientras salía con un chico, James Parker— un cantante que no duró más de dos años, me veía con Liam Staw— un actor británico. Eso me dio algo de mala imagen, pero a mí personalmente me dio igual. Salía con James por publicidad, así que no era como que realmente lo estaba engañando.

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made up; camren
RomancePara Lauren Jauregui, las palabras y promesas se habían vuelto vacías. Toda su vida había estado rodeada de personas falsas que se le acercaban solo por su fama. En este punto no confiaba ni en su propia sombra, pero sin darse cuenta deja entrar a a...