Capitulo 24

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Hacer el amor con Lauren era simplemente el paraíso. La manera en la que me tocaba y me hacía sentir como la mujer mas preciosa del mundo era increíble. Sabía que ella era del tipo de persona apasionada y dedicada que siempre lo daba todo y ponía su corazón en cualquier cosa que hacía; lo había notado viendo sus películas, pero en la cama era otra historia. Ella se entregaba por completo en cuerpo, mente y alma.

— ¿A dónde vas?— Le pregunté a Lauren al ver que se levantaba de la cama completamente desnuda. Tomó una bata de seda negra y se la pasó por los hombros, mientras me miraba fijamente.

— Vamos al balcón.— Me ofreció su mano para levantarme y gustosamente la tomé.

Me coloqué una bata igual a la de Lauren, solo que la mía era del hotel. Las dos caminamos hasta la puerta del balcón, y antes de abrirla, Lauren me dio un beso rápido en los labios.

— Gracias— murmuró con una sonrisa. Abrió la puerta y una ligera brisa nos azoto a ambas. Instintivamente, cerré más mi bata y me abracé a mi misma.

Lauren notó esto y me abrazó por detrás, pasando sus brazos alrededor de mi cintura. Apoyó su cabeza en mi hombro, y de repente ya no sentía frío.

— Lo hiciste muy bien hoy— dijo, su voz ronca llenando el silencio de la noche.

— Estaba muy nerviosa— admití.

— No parecía, amor.

Mi corazón se detuvo por una milésima de segundo al escuchar como me había llamado.

— Es porque traté de disimular lo mas que pude.

— Y te salió perfecto, creo que deberías ser actriz también— bromeó.

— No, gracias, eso se lo dejo mejor a mi chica.

— ¿Tu chica?— Preguntó. Me puse nerviosa apenas escuché lo que había dicho, ¿quien me mandaba a mi y a mi bocota a estar diciendo esas cosas cuando Lauren y yo no éramos nada?

— Perdón, Lauren. Se me salió sin querer y...

— Shh— me interrumpió, colocando su dedo índice izquierdo sobre mi boca—. Me gusta que te refieras a mi como tu chica.

— Pero no somos nada... Digo, no somos nada de manera oficial— le recordé, mi voz sonando mas triste de lo que esperaba.

— ¿Y tu quieres que seamos algo?

— Si por mi fuese gritaría desde este balcón que eres completamente mía, pero las dos sabemos que no podemos.

— Grítalo.

— ¿Qué cosa?

— Grita lo que quieras, Camila. Nadie va a escucharte, nadie va a juzgarte. Son las tres de la mañana en una ciudad que nunca duerme y puedes hacer lo que quieras.

— No sé que gritar.

— Yo si sé.

Lauren se separó de mi, haciéndome sentir frío de inmediato por la perdida de contacto, y se paró mas cerca de las barandas.

made up; camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora