Capitulo 20

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'No puedo hacer esto' se repetía en mi mente una y otra vez. Lauren me miraba, algunos metros lejos de mi y la barrera que pensé que había logrado derribar, volvía a estar ahí... Pero ahora no era una barrera, sino una pared de concreto blindada de veinte metros de alto y cuarenta de ancho.

— ¿A que te refieres con 'no puedo hacer esto'?— le pregunté.

— Me gustas mucho, Camila, de verdad. Pero no creo que tener una relación contigo ahora sea lo mejor.

— Entonces no tengamos una relación, no le pongamos título ni etiqueta a esto. Vamos a dejarnos llevar, vamos a ver que pasa... Pero por favor no me saques de tu vida— le pedí.

— El problema es que yo si quiero una relación, quiero exclusividad, quiero poder decir que eres mía y yo soy tuya. Pero no estoy lista para eso aun.

— Déjate llevar, ¿si?

— No estoy lista, Camila— repitió.

— Tienes miedo— concluí—. Tienes miedo de que vuelva a lastimarte, tienes miedo de dejarme entrar de nuevo y que yo me aproveche de eso, de ser utilizada. Miedo de confiar en mi y que vuelva a mentirte, miedo de que yo sea una mas de esas personas que te hacen prometen mil cosas y terminan siendo una estafa. Pero está bien tener miedo, Dios, hasta yo lo tengo.

Lauren se quedó un rato en silencio con la mirada fija en el océano, viendo como las olas chocaban con la arena, hasta que dijo:

— Me estuviste mintiendo por meses y yo nunca sospeché de ti. Ni siquiera dudaba de ti, podías decirme que el cielo era verde y yo te creería, podías pedirme que me tirara de un edificio y yo te preguntaría '¿de cual?'. Sin titubear ni pensarlo dos veces. Tenías el control sobre mi, Camila. Nunca lo supiste porque me encargué de ocultarlo tan bien como pude, pero esa no era yo y no me gustaba la persona que era en ese momento. No estaba bien que tuvieses tanto control sobre mi, no era sano— se acercó a mi y tomó mi mano derecha con su izquierda, para luego entrelazar nuestros dedos—. Sabía que no me hacías bien pero de igual modo nunca hice nada para alejarme de ti porque cuando estaba contigo me sentía bien. Y me dejaba llevar, callaba a mi mente y escuchaba a mi corazón porque creía que eso era lo correcto, lo que debía hacer. Pero las cosas no salieron tan bien como esperaba.

— Te prometo que...

— No prometas algo que no vayas a cumplir— me interrumpió—. De hecho, no quiero que prometas nada, ¿está bien? Se te da muy eso de las palabras pero ya no sé cuando son ciertas y cuando no.

— ¿Y si te demuestro que puedes confiar en mi, que esta vez voy en serio?

— Podrías intentarlo— sonrió.

— ¿Eso significa que vas a darme una oportunidad?

— No te emociones, Cabello. No vas a meterme en tu cama tan fácil— me empujó suavemente por el hombro y después asintió—. Considera esto una segunda oportunidad no solo para ti, sino para ambas.

Se acercó a mi y me dio un beso lento, donde lo único que buscaba era el mayor contacto posible entre sus labios y los míos, nada mas. No hubo lengua ni mordidas, solo sus labios moviéndose sobre los míos encajando como piezas perfectas de un rompecabezas.

Hablando de cosas clichés, pensé.

— ¿Qué te parece si vemos el amanecer y me abrazas?— preguntó, una vez nos separamos.

— Me parece una buena idea.

*

Mayo llegó de manera rápida y sin darnos cuenta, el día del lanzamiento de mi single estaba a la vuelta de la esquina. Aunque se suponía que inicialmente saldría en abril, corrieron varias veces la fecha del single y del EP, ya no saldría en julio sino en octubre. Y solo estaban esperando a ver tan bien le iba a mi canción para firmar un contrato para mi primer tour por Estados Unidos.

made up; camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora