XIX

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Andrea estaba leyendo, no podía concentrarse, pensaba en esa conexión tan mágica que estaba creciendo entre ella y ese chico desconocido al que no le había visto su rostro, eran las 11pm y ella no tenía sueño, Alfredo dormía como un lirón y el resto de la familia estábamos ultimando detalles del viaje de Diego, Andrea decidió ir a dormir y fue a darle bendición al póster de Niall, le dio un beso como cada noche y dijo:

-En donde quiera que te encuentres, dormido o despierto Dios te bendiga y mi amor llegue hasta ti.

Niall dormía y de pronto sintió un calor hermoso, era como cuando Andrea ponía las manos sobre su cabeza, abrió los ojos, estaba en un hospital, no sabía quién era ni qué iba a pasar con él, pero sabía que Dios lo tenía de la mano y había un ángel terrenal que le estaba tomando cariño

-Estás bien?

-Silvia, sentí algo muy hermoso, no te sé decir qué pero me acordé de mi ángel

-Quieres hablar con ella?

-Me da un poco de pena, no quiero abusar de tu confianza

-Ups ya estoy marcándole, te pongo en alta voz el celular, voy por un café

-Gracias

-Bueno, Silvia?

-Buena noche mi ángel, discúlpame te desperté

-Hola, que gusto escucharte, estás bien?

-Sí, te desperté?

-No, estaba haciendo oración

-Pues tu oración me llegó, estaba dormido y de pronto sentí algo hermoso, fue como si me hubieses puesto las manos en la cabeza, me dio un calor mágico y me llegó una alegría que no te puedo describir.

Andrea se quedó callada, no era eso posible, ella oraba por Niall, no por el chico del hospital...

-Qué bello, son experiencias maravillosas, a mí me sucedió algo parecido cuando mi madre me inició en reiki nivel 1

-Mi ángel gracias por estar cerca de mí, siento algo hermoso cuando estás aquí, cuando te estoy escuchando o cuando pienso en ti...

-Yo también, soy muy feliz cuando te doy la terapia o te estoy acompañando

-Entonces sientes lo mismo que yo?

-Tengo miedo

-Mi ángel yo jamás te haría daño

-No, mi temor es que no sabemos si tienes compromiso y ni siquiera has visto mi cara

-Ni tú la mía, pero esto no es cuestión de rostros, sino de almas, cómo te explicas que lloramos los dos cuando pones las manos en mi cabeza?

-Es tarde, no abuses del teléfono de Silvia, después hablamos

-Te quiero mi ángel

-Yo también, buena noche

-Buena noche mi ángel.

Andrea se quedó con mariposas en el estómago sentía que traicionaba a Niall, volteó a ver su póster y dijo:

-Te amo, pero en estos momentos mi corazón está muy confundido.

Se quedó dormida, Niall por su parte estaba feliz, Silvia llegó, recogió su celular

-Gracias Silvia

-Te veo muy contento, me da gusto

-Le dije que la quiero, nunca he visto su rostro, casi no puedo moverme pero sé que su cabello es largo y su perfume me encanta.

-Cómo nunca la has visto?

-No cómo es?

-Hermosa por dentro y por fuera, tiene el cabello largo con mechones dorados, complexión mediana, ojos muy hermosos y expresivos, labios bien formados pero sobre todo un corazón enorme, está hecha de luz.

-Es un ángel que Dios envió a mi vida, mañana le pediré al doctor Alfredo que me enseñe una fotografía de ella

-Él sabe que te interesa?

-Se lo voy a decir mañana

-Pues suerte, ellos cuidan mucho a su hermana créeme

-De verdad? Tú crees que se moleste?, tal vez porque no sé quién soy y no tengo nada

-No eso no será impedimento, no quieren que alguien lastime el corazón de su hermanita

El Ángel de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora