LVII

18 2 1
                                    

                  

-Buenos días Tonia, anoche me llamo el detective parece que alguien estaba usando una de las tarjetas de crédito de Niall en San Diego, voy a ir a verlo

-Güero no se me vaya sin desayunar, mire ahorita le preparo algo, los chiquillos aún no se levantan pero aquí le preparo algo.

-Gracias Tonia voy a desayunar con el detective

-Toña güero, Toña, que le vaya muy bien

-No sé a qué hora voy a volver, parece que iremos a San diego

-Yo le digo a los muchachos

Mark salió de inmediato, el detective lo esperaba, y dos horas de camino también, mucho que hacer y una mezcla de emociones y sentimientos, Mark tenía unas enormes ganas de volver a ser niño y llorar a grito abierto...

-Detective, Tonia me recomendó hablar con una vidente y ella me dijo que Niall estaba en México, con amigos o familia.

-La amiga de Toña, Berenice?

-Creo que sí

-Me ha consultado y me ha ayudado con algunos asuntos

-Espero entonces que Niall esté bien...

Y mientras Mark y el detective viajaban a San Diego Toña rezaba para que pudieran encontrar al chico.

-Buen día Toña

-Zain buen día mijo que te ha despertado tan temprano?

-Toña ahora soy yo el que necesita un abrazo...

-Qué te pasa mijo?

-Soñé muy feo, tú sabes mi bebé...

-Ven mi niño —dijo Toña abrazándolo— mira en un par de horas marca a tu esposa y le preguntas cómo está

-Anoche le llamé y me dijo que le dolía mucho el vientre me dijo que si no se le pasaba me llamaba para ir al hospital, soñé que me llamaba y me decía...

-Cancélame tus palabras, hay que tener fe

-Y si la llamo de una vez?

-Llámale pues...

Zain marcó al celular de su esposa...

-Amor, te desperté?

-No, amanecí con mucha hambre, creo que lo que me pasó anoche era que el bebé tenía hambre, por cierto soñé que es una niña, mi amor nuestro bebé vivirá estoy segura.

-Me alegra, quiero verte...

-Zain, dile a tu esposa que más tarde iremos todos de visita

-Gracias Toña

-Amor al rato iremos a verte, qué se te antoja?

-Un pastel de queso, no me vas a creer, amanecí antojada de chilaquiles verdes

-Igual que yo...

El Ángel de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora