XXXVI

34 2 1
                                    

                  

Louis, Liam y Harry se divertían como niños, Zain iba al baño de mujeres a volver el estómago cada hora, una de esas veces, Louis se ofreció a acompañarlo, nunca habían estado en un baño de mujeres, Zain apenas y alcanzó a llegar al baño, una anciana se acercó a Louis y gentilmente le dijo:

-Madre, que le pasa a la otra religiosa, le cayó mal el almuerzo, tengo unas pastillitas buenísimas en mi bolso

-Gracias hijita, está embarazada solamente

La anciana salió echando sapos y culebras por la boca, al poco rato Harry entra al baño, siempre había querido saber qué pasaba ahí dentro, de qué hablábamos  las mujeres, una chica muy bella se le acercó y en voz baja le dice:

-Madre, tendrá una toalla sanitaria o un tampón que me regale?

-Hija las monjas no monstruamos

-Pero son mujeres

-Las de mi congregación no

-Cómo dice?

-No, es decir las de mi congregación renunciamos a monstruar cuando tomamos los votos

-Ah, ya me había asustado

La chica entró al baño entonando sonoras flatulencias, Harry no podía creer como de una mujer tan frágil y tan hermosa salían olores tan fétidos, salió corriendo del baño...

Fue un día divertidísimo, comieron golosinas, salchichas y helados, de regreso entregaron el carro rentado y tomaron un taxi, llegaron exhaustos al departamento, comentando sus hazañas en el baño de mujeres

-Niños —dijo Toña— yo sé que el viernes tienen concierto, pero mañana es día de gracias aquí en Estados Unidos, así que haremos nuestra cena voy a ocupar mucho apoyo

-Sí Toña te ayudamos en lo que gustes

-Por lo pronto prohibido enfermarse Harry

-Hay Toña me sabes algo o lo dices por decir?

-Bueno hay mucho qué hacer, voy a dejar descongelando el pavo, mañana temprano lo martirizamos inyectándole vino

-yummy,yummy, ojalá Niall estuviera aquí, sería muy feliz

El Ángel de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora