XXI

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Llevamos muy temprano a mis hombres a San Diego, los chicos iban luciendo su uniforme de gala, mis hijos y yo desayunamos en Estados unidos y Andrea estaba desesperada por regresar a casa

-Andrea voy a hacer algunas compras

-Madre quiero ir con Towi al hospital

-Yo iré solamente a checar al paciente, mamá y yo tenemos que ultimar detalles del taller de mañana

-Puedo ir antes a ver a tu paciente y darle su terapia

-Mucho interés en el chico Andrea, hay algo que desees compartir?

-Nnno, nada aún, es que ha avanzado con sus terapias y pues...

El teléfono de Andrea sonó

-Hola Juanita cómo estás

-Buenos días Andreita, oye corazón quiero preguntarte si vas a venir, es que el gringuito pregunta por ti, tiene algo de temperatura y como tú le das una terapia muy buena pues...

-Juanita vine a San Diego, en un ratito voy

-Te esperamos

-Adios

-Que quería Juanita?

-Dice que a qué hora voy, el paciente tiene temperatura

-Juanita sabe que tiene que hacer, pero en fín, si gustas nos pones en el trole y llegamos al hospital, cuando termines tus compras vas por nosotros

-Suena muy bien aunque si recuerdo, Andrea quería comprar un atuendo para el concierto

-Me puedo poner lo que sea, no dices que a mi edad lo único que necesito es una sonrisa para lucir bella?

Llevé a los chicos al trole, tomaron un taxi al hospital

-Doctor que bueno que viene y que bueno que trajo a Andrea, el chico tiene fiebre

-Que le pudo ocasionar esto?

-Me dijo Silvia que tuvo muy buena noche, desconozco

-Dele su medicamento Juanita yo voy a ver si el laboratorio me quiere dar de una vez sus resultados.

-Andreita quédate con él por favor, ahorita que le dé su medicamento le haces la terapia

-Sí Juanita

Niall abrió un poco sus ojos y saludó

-Mi ángel gracias por venir

-Qué te pasó? Por qué tienes temperatura?, estabas muy bien anoche

-Mientras hablaba contigo se me cayó la cobija, Silvia fue por un café y la ventana estaba abierta, pero yo no sentía el frío

-Te voy a castigar esas llamadas

-No comas pollo conmigo por favor, es que yo quería seguir hablando contigo y no puedo moverme mucho no pude agarrar la cobija y Silvia se fue para darme privacidad

-No le diré a nadie pero por favor no vuelvas a hacerlo, si me llamas te quiero bien cubierto, hace frío y tienes que cuidarte.

-Me cuidaré, quiero estar bien para poder salir contigo

-Suena bien

-Quiero ver tu rostro, acércate

-Yo creo que no, mira viene Juanita

-A ver mijo tómate esto, mija dale su terapia por favor

Alfredo entra y dice:

-Pues más vale que te recuperes porque te operan el próximo viernes, si Dios quiere uno de mis maestros te hará la cirugía

-Tú estarás ahí doctor?

-Si me lo permite mi maestro sí

-Gracias doctor, yo también quiero recuperarme

-Juanita, venga conmigo, parece que vamos a asistir un parto

-Me alegra que se fueran, quiero platicar contigo mi ángel

-Dime corazón

-Hey me llamaste corazón, me quieres verdad?

Andrea parecía un semáforo, cambiaba de un color a otro, no sabía que decir la verdad es que llamarlo corazón le salió del alma

-Perdón es que no sabemos cómo te llamas y de cariño se me ocurrió llamarte corazón, y si te estoy tomando cariño

-No sé quién soy no tengo nada que ofrecerte, pero sé que te quiero, me quiero recuperar para tratarnos y conocernos mejor

-Estoy algo confundida pero siento por ti algo que no había sentido, bueno solo por el chico que te dije y no conozco

-A mí no me has visto la cara ni yo la tuya pero lo que siento supera cualquier rostro, va más allá de lo físico.

-No me hace falta ver tu cara, pero como te dije me da algo de miedo, igual no tienes esposa e hijo pero si una novia

-Si la tuviera Dios no permitiría que sintiera lo que siento por ti

-Andrea -dijo Alfredo- ya terminaste tu terapia?

-Ya estoy terminando. Voy por agua

Andrea salió de la habitación y ellos se quedaron solos

-Doctor estoy muy agradecido contigo y con mi ángel por todo lo que hacen por mí, hasta ahorita no he podido ver el rostro de tu hermana, casi no puedo moverme, me enseñarías una foto suya?

-Tienes interés en mi hermana?

-Sí

-Mira, no es mala onda pero no sabemos nada de ti, puedes tener compromiso con alguien más, eres más o menos de mi edad, Andrea está por cumplir 14, llevas ventaja

-No sé quién soy, pero sé que siento por ella, y jamás le haría daño a quien me hace tanto bien, me enseñarías una foto?

-Seguro? Y si te da un infarto?

-No estoy jugando doctor, te puedo llamar cuñado?

-Puedes llamarme Alfredo

-Enséñame su foto, aunque casi no puedo abrir los ojos aún

Alfredo sacó su celular y le enseñó una fotografía agrandándola

-Es un ángel, está bellísima, es más hermosa de lo que yo me imaginaba

-Si tú lo dices...

-Towi ya nos vamos?

-Sí. Mañana regresa mi hermana a darte terapia, voy a hablar con Juanita, despídete Andrea.

-Adios Alfredo

-Adios despídanse me voy con Juanita

-Hasta mañana, cuídate por favor -dijo Andrea-

-Voy a extrañar llamarte por la noche, Silvia descansa hoy

-Te dejo mi celular, en casa tenemos otro celular que circula entre nosotros cuando alguno se descompone, es el segundo contacto dice cel- comunidad, dile a la enfermera en turno que te ayude a marcar, y que antes de dejarte solo, vea que estés bien tapadito y con la ventana cerrada.

-Gracias mi ángel, te quiero

Andrea le dio un beso en la cabeza y se fue, por el camino no hubo ningún comentario, cuando llegué por ellos nadie dijo nada, creí que estaban cansados.

-Tienen hambre?

-No mami voy un rato a mi cuarto

-Yo sí, tenemos que revisar que todo esté listo para el taller y luego me voy a descansar.

El Ángel de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora