LXIX

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Andrea pasó el resto de la tarde con Niall, estaban tan contentos que él había olvidado llamar a casa de sus padres nuevamente, Alfredo entró a ver a Niall

-Hola, lechuza, puedes dejarnos solos por favor?

-Lo vas a curar? Puedo ayudarte

-No estés de metiche, le voy a poner un pañal

-Con permiso, que le traigo de cenar a Ángel?

-Agua

-Qué?

-Es broma, sube algo ligero, cereal con fruta o un sándwich

-Que te traigo?

-Algo dulce por favor

-Towi avísame cuando le puedo subir la merienda

Andrea se fue y Alfredo revisó a Niall

-Va muy bien tu rodilla, veamos si puedes sostenerte en pie, Tete, Tete, ven por favor

-Para que soy bueno?

-Ayúdame, Ángel apóyate en nosotros, con mucho cuidado, haber intenta dar un paso, no te vamos a soltar

-Gracias, duele un poquito

-Vamos sigue caminando, eso despacio

Niall hizo su mejor esfuerzo, dio unos cuantos pasos, él quería que Andrea estuviera presente para abrazarla, pero estando ahí sus hermanos no sería posible...

-Gracias Tete

-Ya no me ocupan? Estoy haciendo mi maleta

-Gracias ya ayudaste bastante, mamá y papá en dónde están?

-Es su aniversario, salieron a cenar

-Bien, gracias Tete

Cuando se quedaron solos Niall dijo:

-Alfredo, mi ángel se va el sábado, siento que debo hablar con ella y decirle la verdad.

-No por favor todo está listo para su viaje, mira te van a quitar las puntadas el sábado y el doctor nos dirá cuando te da de alta, entonces, podrás ir a buscarla, estará diecisiete días

-Cuñado, tú crees que me perdone?

Andrea apareció de repente:

-Los escuché platicar y me imaginé que ya le cambiaste su pañal, traigo pastel del que le hice a papá y a mamá por su aniversario

-Gracias

-Me voy con la Kika

-Te acompaño ya está oscureciendo

-Buenas noches Ángel

Alfredo salió de la habitación y Andrea le dio un beso en la cabeza a Niall, él le tomó la mano y le pidió que se acercara, le dio un beso en la mejilla

-Buenas noches mi amor —dijo en voz baja para que Diego no escuchara—

Niall se dio cuenta de que no había llamado a su casa pero decidió hacerlo hasta el día siguiente pues Diego vino a acostarse en su colchón inflable junto a su cama.

Andrea no podía dormir, daba vueltas en la cama, recordaba que tan cerca había estado de besar a Ángel y qué bonito cuando él la besó en la mejilla, ella podía sentir su cariño, el hecho de que fuera paciente con ella y respetara su decisión de no besarlo la confortaba, pero la culpa por sentir lo que sentía por Ángel, cuando amaba a Niall, la carcomía.

El Ángel de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora