Mi pecado 〔Eunhae〕ㅤ

Heechul

{POV Heechul}

Supe que algo andaba mal con Donghae cuando le vi, el siempre irradiaba felicidad, pero definitivamente algo estaba mal con él, había algo en su mirada.

Bajé de mi auto y entré al edificio, el ascensor se me hizo la cosa más eterna.

Cuando al fin llegué a su piso toqué la puerta, toqué varias veces desesperadamente esperando que me abriera la puerta. Escuché como la puerta se abría -pensé que nunca ibas a abrir la puerta- le dije entrando a su departamento, el me abrazó por la espalda y me dio un tierno beso en el cuello -¿donde estuviste?- me susurró sin soltarme -estuve haciendo mis tareas con Sungmin y Donghae- le dije tomando sus manos que estaban en mi estomago -Me alegra, porque tengo algo que proponerte- me di la vuelta y le miré extrañado -¿Quieres ir conmigo por una semana a China?- mis ojos se abrieron como platos, la idea de emocionaba, pero era la primera vez que él me proponía algo así -Ah, si, claro- le dije sonriendo, el acarició mi mejilla -salimos mañana en la tarde- me dijo de golpe, y sonrió descaradamente, me separé un poco de el y fui directo al sillón saqué mi celular y vi que tenía varios mensajes de Hyukjae -Ah, este bastardo- dije, Hangeng se sentó a mi lado -¿Que sucede con el?- preguntó -Quiere que le llame- tomé mi celular y marqué su número -¿Que quieres?- le dije cuánto respondió mi llamada -¿Estas con Donghae?- me preguntó en un tono seco -Para tu suerte ya no, pensé que cumplirías con lo que te pedí- le dije en un tono muy serio -Ah ¿Así que ya te dijo? Da igual, no sucederá de nuevo- dijo en un tono muy descarado -¿podrías enviarle un mensaje diciendole que responda mis llamadas? Es tan infantil- dijo Eunhyuk -eres un maldito ¿sabias?- le dije, yo le había pedido que no se metiera con Donghae, pero había hecho todo lo contrario -No me digas que estas de su lado, que yo sepa tu amigo soy yo, y nunca te ha importando lo que yo haga con las personas- el temperamento de Eun se volvía cada día peor -Te dije que no hicieras de Donghae otro nudo pasional en tu decadente vida "amorosa" si se le puede llamar así- le dije, últimamente peleábamos más seguido y era por su carácter -callate- gruñó -Gracias por nada, y no te preocupes, no dañaré a tu querido pez- me dijo para luego colgar -Ah, me desespera- dije casi gritando de la rabia -¿Que sucede ahora? Me preguntó Hangeng - Eunhyuk es cada vez mas necio, no le importó que le pidiera que no se metiera con Donghae, lo esta haciendo igualmente- Hangeng sonrió -veo que te preocupas mucho por Donghae- puse mi cabeza en su pecho y el me rodeó con sus brazos -si, de hecho si, el me recuerda a alguien- escuche como el rió dulcemente -Te recuerda a Heejung ¿cierto?- levanté la mirada y asentí, Heejung era mi hermano, ambos éramos muy jóvenes cuando él murió, el tenía 13 y yo 11.

Mis deseos de proteger a Donghae venían de la manera en la que me hubiese gustado proteger a Heejung, su forma de ser, su sonrisa, su mirada de perrito, definitivamente Donghae era muy parecido a el.-Lo supuse- me dijo Hangeng -A mi también me recordó su imagen- Hangeng sabía mucho de Heejung, pues yo le había hablado de el, y mostrado algunas de sus fotos. -A mi tampoco me gustaría que Eunhyuk le hiciera daño- me dijo atrayendome más a el -Creeme que no lo permitiré, Donghae es muy estúpido e inocente para darse cuenta- escuché una risa gutural de Hangeng -¿De que te ríes?- le pregunté -De la manera en la que te pones protector- sonrió, me volteé y acerqué mi cara a la suya -No me gustaría que lastimen a quienes me importan, y eso que no haz visto como me pondría por ti- le di una mirada penetrante, el sonrió cabizbajo -No quiero imaginarlo- dijo, tome su barbilla con mis dedos haciendo que me viera a los ojos -No me gustaría que se metieran con lo que es mio- le dije sonriendo para luego darle un lento y apasionado beso, nuestras cabeza se movían de un lado a otro, el tomó mi cintura y me acercó a el arrastrándome por sobre el sillón, el introdujo su lengua en mi boca, profundizando más el beso, nuestras recorrían cada espacio dentro de la boca de el otro, nos separamos un poco por la falta de oxígeno, pero el atacó mi cuello succionando tan fuerte que sentí como las marcas comenzaban a aparecer -No puedo esperar a que estemos solos en China- me susurró con voz ronca -¿Por que esperar?- le dije en un tono juguetón, vi cierto brillo en su mirada así que lo tomé de la camisa y prácticamente lo arrastre a su habitación.